Felipe León Díaz
Periodista
Valparaíso está postulando para obtener el reconocimiento de Ciudad Musical por parte de la Unesco. El 30 de junio vence el plazo para que los porteños puedan optar a esta nominación, título que en esta oportunidad no significa una inyección importante de recursos, como fue el caso de la denominación de Patrimonio de la Humanidad, pero sí abre una ventana para la conformación de interesante entidades e iniciativas, generando además un desafío para las comunas vecinas y la región en general.
Uno de los aspectos relevantes de esta postulación es la información que ella contiene. Se trata de un completo diagnóstico sobre no solamente la realidad de la música en Valparaíso, sino también de su historia, distintas áreas de trabajo y expresiones, como también sus desafíos. Claramente la precariedad de la actividad musical está entre los principales de estos últimos.
Y si la ciudad puerto obtiene esta calificación, el proyecto considera la creación de dos gobernanzas o instancias permanentes de representación y participación ciudadana: el Consejo Ciudadano de la Música, integrado por el mundo público, privado, la sociedad civil y la academia, además de la Oficina de la Música, dependiente de la Municipalidad de Valparaíso. Ambas entidades deberán vincularse con la comunidad para desarrollar iniciativas en post de la música porteña.
Pero en esta columna quiero plantear un nuevo desafío: la integración de las comunas vecinas y la región en general. Los proyectos musicales regionales están conformados por compositores e intérpretes que no viven en una sola ciudad, sino en varias. Es muy habitual conocer bandas integradas por músicos de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana. Se trata de una macro zona que debe ser uno de los ejes articuladores que potencie esta nominación de Ciudad Musical.
En esa línea, es necesario que los músicos de la Provincia de Marga Marga se sumen a esta cruzada y entiendan que la nominación de Valparaíso como Ciudad Musical es una oportunidad no solamente para quienes viven en la capital regional, sino para todos los actores vinculados al sector musical en la región. Así, esta iniciativa puede fortalecerse aún más y perdurar en el tiempo, llevando a cabo proyectos y actividades en general, con la ayuda de las organizaciones y distintas instancias que deberán velar por el desarrollo de la música local.