Hay hondo pesar en la ciudad por su muerte, debido a que era una personas muy querida entre su familia, amigos y compañeros de trabajo
El martes por la tarde, contamos sobre el lamentable fallecimiento de un hombre de 52 años, quien sufrió un infarto fulminante, esperando a su esposa en el centro de salud familiar “Cardenal Raúl Silva Henríquez”, en el sector Said de Quillota. El miércoles, Observador.cl sobre los tristes momentos que debieron enfrentar sus funcionarios, pero además se conoció más sobre el perfil de Mario Enrique Salas Mariangel, quien fuera un vecino muy querido en el barrio Altos de Merced, pero además dejó un lindo recuerdo en muchas personas que lo conocieron.
Era sampedrino de origen. Estudio en el Liceo Santiago Escuti Orrego. Llevaba varios años viviendo en Altos de Serrano, donde era muy querido y respetado. Trabajaba en el Mall Quillota Paseo Shopping, donde hizo amistades entre varios de sus compañeros. Era experto en artes marciales, las que siempre enseñaba diciendo que no eran para pelear, sino sólo como defensa personal y una forma de vida. Era guardia de seguridad y sus colegas lo respetaban mucho por su buen humor y serenidad.
Al conocerse sobre su muerte, la familia cambió la fotografía de su perfil de Facebook, por un dibujo donde aparece un lorito llevando una persona hacia el cielo, junto a otras dos aves, bajo la cual aparece la leyenda “Adiós”.
En el último post de la cuenta, la familia rinde un homenaje a Mario, con un texto donde señala todas las bondades que lo caracterizaban.
“Fuiste y serás lo mejor que nos pudo pasar en la vida papá, esposo y abuelo. Nos cambiaste el mundo y nosotras a ti. Gracias por llenarnos la vida de alegrías y buenos momentos, por estar ahí siempre cuando necesitamos un beso y abrazo, donde quiera qué llegues con esa luz y vibra tan especial que tenías. Gracias por el apoyo y a la gente que lo quisieron mucho un abrazote Tata Mario. Tu luz siempre estará con nosotras“, dice el texto.
Abajo, los comentarios son varios. Todos elogiando su calidad personal.
Uno de ellos es de Natalia Martinez, quien escribió: “No me lo puedo creer. El Mario estuvo conmigo gran parte de mi infancia y fue una de las personas más dulces que pude conocer. Espero desde el fondo de mi corazón que donde este sea feliz y mi más sentido pésame a su familia”.
Así también Paulina Nuñez, quien lamentó su perdida: “Un besito al cielo Mario. Fuiste mi compañero y después colega como guardia y un buen amigo. No puedo creer aún tu partida. Mi sentido pésame a tu señora, hijo y familia”.
Jacqueline Olivares Morales, escribió sobre su dolor ante la muerte repentina de Mario Salas: “Marito, como te decía yo, fuiste un gran amigo que dios te reciba en el reino del señor. Un beso al cielo”.
Y Andrea Reyes, que recordó su buen sentido del humor: “Un besito al cielo don Mario. Fue un gusto conocerlo. Aún no puedo creer que no está para que se ría de mis tonterías. Lo vamos a extrañar mucho sus colegas, familiares, amigos. Un besito al cielo”.
Loreto Cuevas Olivares, también dedicó un mensaje en la red social: “Descanse en paz amigo y compañero Mario, fue excelente persona, nada que decir, siempre lo recordaré con mucho respeto y aprecio siempre con una palabra de aliento, los consejos, las conversaciones, los chistes, siempre lo recordaré don Mario, nos lleva la delantera nos encontramos en el reino de Dios”.
EMOCIÓN DE SU HIJO
Su hijo, Mario Salas Cortés, informó por medio de sus redes sociales que el cuerpo de su padre estararía siendo velado todo el día de ayer miércoles en la sede Altos de Serrano en Quillota. Hoy jueves, a las 11 de la mañana, es el funeral en la iglesia ”La Merced”, desde donde posteriormente será trasladado al cementerio ”Cerro Mayaca” a las 12:30 horas.
“52 años es una edad muy pronta como para pensar en que nuestros padres puedan partir. Uno siempre imagina verlos llegar a la tercera edad y poder pasar con ellos momentos especiales, pero no queda más que seguir aferrándonos al consuelo y las promesas del Señor, quien conoce nuestras vidas, nuestros tiempos y sabe mejor que todos el por qué permite ciertas cosas. No puedo hallar una explicación a lo ocurrido, pero solo sé que era su momento. Agradecer al Señor por haberme permitido darle alegrías como hijo, y porque la última vez que hablamos por teléfono me pidió que orara por él, sé que en su corazón la semilla del evangelio fue plantada y la Palabra De Dios nunca vuelve vacía”, comentó, agradeciendo el apoyo de todas las personas.
FUE UN INFARTO FULMINANTE
Ramón Suárez, director del centro de salud Cardenal Raúl Silva Henríquez, explicó a Observador.cl lo sucedido ayer por la tarde, señalando que la persona sufrió un repentino infarto, mientras estaba a su esposa, que recibía atención dentro del consultorio.
“Mientras esperaba en nuestra sala de espera externa, sufrió una descompensación. Se activó el protocolo, para ayudarlo. Como estaban sin respiración ni actividad cardiaca, se hicieron maniobras de reanimación, usando un equipo de desfibrilación externo que tiene el centro de salud, pero luego de 15 minutos de trabajo el paciente no reaccionó“, detalló.
Todo esto sucedió pasadas las 15 horas. El equipo del centro de salud que lo atendió estuvo integrado por una doctora, dos enfermeros y un paramédico, quienes luego recibieron apoyo de personal de SAMU Quillota. Lamentablemente, esos esfuerzos fueron infructuosos y Mario Salas fue declarado fallecido a las 15:35 horas.
El director del centro de salud Cardenal Raúl Silva Henríquez comentó que, una vez constatado el fallecimiento, se llamó a Carabineros, que por protocolo certificó que en su muerte no hubo intervención de terceros; y se dio contención emocional a la esposa y familiares que llegaron a las afueras del recinto. Tanto el director del consultorio como los profesionales que lo atendieron, coinciden en que su infarto cardiaco fue fulminante y no se pudo hacer médicamente nada por salvar su vida.
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