Aun no hay claridad respecto de los autores, por lo que tampoco hay detenidos
LA CALERA.- “Yo solo quiero saber la verdad. Conocer a quiénes mataron a mi hija, saber por qué lo hicieron y por qué la obligaron a sufrir tanto. Que la justicia haga lo suyo”, dice, con una enorme pena, Ana Rojas González, mamá de Jennifer Rojas Rojas a casi dos años de su brutal asesinato. El horrible homicidio y violación -que alguna vez tuvo algún detenido- aún sigue impune.
La víctima, más conocida como “La chica Jenny”, salió la noche del viernes 27 de abril de 2018 a comprar cigarrillos a un almacén pero, misteriosamente, no regresó a su hogar. Su marido, el ex profesor del Liceo Industrial y del “Felipe Cortés” de El Melón, Agustín Chacana Sánchez, dijo que la esperó toda la noche.
Solo al día siguiente, en horas de la tarde, supo por carabineros que la habían encontrado muerta en un sitio aledaño a la cancha de Los Santos, siendo los vecinos de la Villa Santo Domingo quienes alertaron a la policía sobre el cuerpo sin vida de una mujer entre unos álamos. Estaba tapado con sábanas en la parte superior mientras que parte inferior de su cuerpo estaba al descubierto, con señales de haber sido abusada sexualmente.
BRUTAL HALLAZGO
Cuando carabineros llegó al lugar y examinó con detención el cuerpo inerte, encontraron que la mujer presentaba varios hematomas en su cuerpo y su cabeza estaba ensangrentada. Junto a ella había un ladrillo con sangre, con el que la habían golpeado. “Fui a verla -dice su marido- con una de nuestras hijas, pero no nos permitieron acercarnos. Nos dijeron que había que terminar las pericias, que demoraron bastante. Tengo el recuerdo de ella, lejana y bajo enormes luces que iluminaban su cuerpo”.
El matrimonio de Agustín Chacana Sánchez, de 65 años, y Jennifer Rojas Rojas, de 37, tenía tres hijos: uno de ellos está terminando Ingeniería en una Universidad y otra de sus hijas se apronta a entrar a estudiar Medicina Veterinaria. Son muchachos excelentes en su formación que han debido superar la pena de la muerte de su madre y seguir adelante. Su marido no deja de repetir que la verdad y la justicia, aunque no le permitiría recuperar la vida de su esposa y madre, por lo menos servirían para darle un sentido al dolor de la pérdida.
“Hasta aquí no hemos sabido prácticamente nada. Sólo rumores de vecinos que dicen que saben cosas. Que hay grabaciones de quiénes la sacaron del almacén donde fue a comprar cigarrillos. Que se la llevaron de allí a una casa y que la fueron a botar, en una carretilla, al lugar donde la encontraron. Otros que la llevaron en una camioneta. Hablan que fueron cuatro o cinco asesinos. Otros dicen que participaron hasta doce en la muerte de Jenny. Hubo uno detenido, que ahora está en La Cruz. Han sido varios los que han debido ir a declarar, pero el crimen de mi hija sigue sin culpables”, dice Ana Rojas González, madre de Jenny.
Por su parte, su marido Agustín Chacana dice que Jenny andaba esa noche con dos celulares. “Uno me servía a mí para recibir peticiones de trabajos que hago. El otro era de ella. La investigación está a cargo de la Brigada de Homicidios de Valparaíso. Hace un tiempo hubo un homicidio similar en Rancagua y los asesinos fueron castigados con cadena perpetua. Yo creo que es los que se merecen los autores de la muerte de Jenny. Es un crimen brutal cometido por personas que no se les podría llamar seres humanos”.
Para la madre de la joven asesinada, Ana Rojas González, lo principal es “saber la verdad y que los que le hicieron esta maldad a Jenny respondan. No es un asunto de venganza sino de justicia. Esos tipos, o ese hombre, que podrían seguir viviendo por aquí cerca, no pueden estar libres. Hay otras mujeres que pueden sufrir una muerte semejante. Son casi dos años, con un dolor pegado en el pecho, que no se lo doy a nadie y con preguntas que no ha respondido nadie”.
Consultado el fiscal jefe del Ministerio Público de La Calera, Elizardo Tapia Pinilla, señaló que la causa de Jennifer Rojas Rojas se mantiene absolutamente vigente y aún en proceso de investigación, con una serie de diligencias -entre ellas muchas de las que señala la familia-. Además, consignó que la persona que estuvo detenida inicialmente por el delito fue descartada por una examen de ADN que determinó que él no tuvo participación en la violación. Las indagaciones policiales se mantienen y actualmente se realizan nuevas diligencias.