Lucas Giovini recorrió 81 kilómetros en bicicleta para cumplir manda

Publicado el at 10:06 am
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El arquero de Unión La Calera prometió visita a Santa Teresita si los rojos lograban ascender

DEPORTE.- El argentino nacionalizado chileno, Lucas Gionavi, se transformó sin duda alguna en un referente en Unión La Calera, posición en la que se consagró en diciembre pasado cuando, junto a sus compañeros y el técnico Víctor Rivero, lograron ascender tras un dramático encuentro con Santiago Wanderers.

El vuelo hacia su izquierda tras el disparo de Luis Pavez llevaba en sus manos el sueño de él, su equipo y miles de caleranos que guardaban en el cordobés la ilusión de volver a Primera División.

A propósito de este triunfo es que el sábado pasado, Giovani cumplió una manda y, sobre su bicicleta, recorrió 81 kilómetros desde su casa en La Cruz hasta el Santuario de Santa Teresa de Los Andes.

La promesa la realizó al momento de fracturarse uno de los dedos de su mano, lo cual le costó quedarse fuera de cuatro partidos trascendentales en la recta final. Tras esa lesión, apenado y abatido anímicamente, hizo la promesa de que si Unión La Calera lograba ascender, él visitaría a la santa chilena en bicicleta. Santa Teresita cumplió y ahora era su turno.

A CUMPLIR CON LA MANDA

Aprovechando que el fin de semana recién pasado no tenía entrenamiento, se compró una bicicleta y pedaleó camino a Los Andes. “Salí a las 5:40 de la mañana del sábado y llegué al santuario a las 12:20. Iba bien preparado con chaleco reflectante, luces y bien hidratado para el viaje”, comentó el arquero, quien fue acompañado hasta la plaza de peaje Las Vegas por Hans Kuntz.

“La verdad que pensé que iba a ser más pesado. Lo que pasa es que estoy bien preparado físicamente y eso ayudó. No me dolieron las piernas ni nada. Fue un viaje lindo, me quedó gustando de hecho”, explica Giovini, quien conoció a la santa gracias a la familia de su señora.

El regreso desde Los Andes fue en vehículo. Su familia fue a buscarlo y a su regreso se cuidó de recuperarse correctamente. “Fue una manda cumplida, una bonita experiencia y sería bueno repetirla por algo importante, por algo milagroso”, puntualiza Lucas Giovini.

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