Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Hay días que tienen su propio significado, porque la historia se los fue dando a lo largo de los años.
Ayer fue 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos, y ayer también fue el día en que le entregaron al Presidente Boric la nueva Constitución. No es primera vez que se hace coincidir el día gringo con el día chileno. En 1811, pocos meses después de declarada la Independencia gracias a Napoleón que tomó preso al rey de España, nosotros inauguramos el primer Congreso Nacional, también un 4 de julio.
La verdad es que la Declaración de la Independencia de Estados Unidos de 1776, es uno de los hitos históricos más importantes para la historia de la libertad en el mundo. Por primera vez se cuestionaba a los reyes y se aseguraba que varias cabezas pensaban más que una, que al poder no se llega por herencia sino por elección popular. Es decir, nacía la democracia, ni más ni menos.
Chile era en 1810 un país muy analfabeto y muy religioso. Los pocos hombres que sabían leer y que habían viajado, entendían lo que había pasado tres décadas antes en Estados Unidos y usaron los textos y el sentido de libertad para animar al pueblo a elegir a sus autoridades. El documento, principalmente escrito por Thomas Jefferson, decía que todos los hombres son creados iguales, que tenemos derecho a ser libres, que tenemos derecho a la vida y la búsqueda de la felicidad.
En nuestro país, no había más de 50 personas que entendían el proceso de Estados Unidos y que pudieron actuar sobre todo el resto de los chilenos para empujarlos hacia la libertad.
Pero los días son caprichosos y hacen sus propias señales. Dos presidentes de Estados Unidos mueren un 4 de julio. Hasta ahora ninguno ha nacido en ese día.
Nosotros inauguramos el Congreso Nacional el 4 de julio de 1811, pero el 4 de septiembre de ese mismo año, aparece en escena José Miguel Carrera y da un golpe de estado para cambiar la junta que gobernaba. Ese día nace el caudillismo en Chile. Y no se ha detenido hasta ahora, siguen multiplicándose los caudillos de las más diversas estirpes.
Y nos quedamos pegados con el 4 de septiembre como día histórico. Durante el siglo XX tuvimos tres 4 de septiembre muy históricos. En 1958 resultó electo Jorge Alessandri Rodríguez, representante de la derecha. En 1964 fue electo Eduardo Frei Montalva, representante del centro y en 1970 fue elegido Salvador Allende Gossens, en representación de la izquierda. Es decir, en tres elecciones presidenciales consecutivas nos dimos la vuelta completa en el espectro político, para terminar en 1973 con una dictadura y cerrar el círculo. La incapacidad y los desacuerdos de la derecha, el centro y la izquierda, terminaron finalmente por ser sacados de escena por los uniformados.
Ahora, este año 2022, vuelven a juntarse los días: el 4 de julio se entregó la Constitución y el 4 de septiembre se aprueba o se rechaza la Constitución, en el decisivo Plebiscito de Salida.
Los días históricos se las arreglan para seguir marcando momentos especiales en nuestro calendario.
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