Roberto Silva Bijit
Ya muerta y sepultada, el dolor que deja Ámbar debiera transformarse en algunas acciones concretas que permitan seguir resolviendo temas vinculados al horroroso crimen y a una serie de graves situaciones legales que han ido quedando sueltas (por el relajo de los señores parlamentarios) y por la forma distraída con que se miran importantes asuntos públicos de nuestro país.
Lo que llamo “los coletazos de Ámbar” son las siguientes situaciones:
1.- ¿Cuánto tiempo falta para que la PDI y la Fiscalía puedan terminar de atar cabos sueltos respecto de la evidente participación de la madre de Ámbar? Se trata de revisar unas cámaras, una georreferenciación del celular, el video de las compras que fueron a hacer al mall juntos, escapando después al sector de Lliu Lliu.
2.- Las declaraciones de la hija de Hugo Bustamante son lapidarias, ya que asegura que “ellos planificaron esto juntos” y agrega que lo mejor es que su padre no salga nunca más de la cárcel.
3.- El padre de Ámbar, Ulises Cornejo, está pidiendo la ampliación de la querella, para incorporar a Denise, su ex pareja, como “encubridora” del crimen de su hija.
4.- ¿Está la Fiscalía determinando la verdadera participación o el poco interés que tuvo la gente del Sename en el programa de apoyo para Ámbar? A los dos últimos padrastros (o mejor dicho parejas de la mamá de Ámbar en el último año, Manuel García y Hugo Bustamante) el Juzgado de Familia de Villa Alemana les envió el 31 de julio una comunicación en la que les comunicaba la orden de alejamiento de la niña. Ella había muerto dos días antes.
5.- A Manuel García, de 67 años, a quién Ámbar había denunciado por abusos sexuales en el 2019, recién lo capturaron ayer, por el delito de producción y almacenamiento de pornografía infantil. Esperemos que no se queden en la pornografía y puedan investigarlo por el abuso sexual que Ámbar denunció en su contra. Este es el papá de Maritza García, la última protectora real de Ámbar.
6.- ¿Qué pasó con la Ley Nibaldo señores parlamentarios? Muchos se pusieron para la foto pero el proyecto no siguió avanzando. No es posible que porque una persona se encuentre muerta, no sea mayor aún el delito por descuartizarla. Los asesinos deben pagar por ensañarse con el cuerpo de sus víctimas.
7.-A pesar de todas las defensas que ha tenido la ministra Silvana Donoso, se hace indispensable que la acusación constitucional siga adelante para que no se vuelvan a repetir estos casos. Por mucho que el informe de Gendarmería no sea vinculante, tiene que primar el sentido común.
8.- Se hace indispensable una ley que cree los llamados “Tribunales de Sentencia”, que funcionan con jueces que solamente se encargan de que se cumplan a cabalidad las sentencias, evitando que las libertades condicionales dejen a los criminales repitiendo su historia. Revisarían conductas, exámenes sicológicos, informes de Gendarmería y todo lo relacionado con una salida anticipada de la cárcel (y ellos sí se darían el tiempo de leer los informes).
9.- Ya es hora de que el Ejecutivo le ponga urgencia a la “Ley de Extraviados”, como lo pidió el diputado Luis Pardo, para que exista un mecanismo de coordinación entre las policías cada vez que se hace una denuncia de desaparición de una persona, de tal modo que la búsqueda sea inmediata. Hoy en día hay más de mil personas desaparecidas, que sus familias siguen buscando y que no pueden encontrarlas.
Estos son -por ahora- los coletazos del caso Ámbar.