Alexia, Ángel y Ethan Oliva fallecieron junto a su padre mientras viajaban para disfrutar de sus vacaciones
LLAY LLAY.- “El único consuelo que me queda es que se fueron con su papá, están con él. Por lo menos, él los va a cuidar”. Estas palabras son de Maritza Escobar, madre de Alexia, Ángel y Ethan Oliva, quienes perdieron la vida en un trágico accidente vehicular. Éste ocurrió a la altura del kilómetro 14 de la Ruta D-835, cuando viajaban junto a su padre Pedro Oliva en dirección a Batuco, una localidad ubicada al interior de la comuna de Salamanca, en la Región Coquimbo.
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“Mis hijos eran muy alegres, unos niños muy respetuosos y muy queridos por todos. Excelentes alumnos, destacados y muy cariñosos. Ellos para el verano siempre se iban de vacaciones con su papá y después se devolvían para cuando comenzaban el colegio”, cuenta notoriamente afectada esta madre, quien hace seis años había decidido dejar atrás su vida en Santiago para asentarse junto a sus retoños en Llay Llay.
La noche del accidente, padre e hijos viajaban desde el Valle de Aconcagua hacia la ciudad natal de su progenitor, apurados al ver que se les acababa el tiempo para llegar antes del toque de queda. La actitud responsable de Pedro Oliva, reconocido por su experiencia y trayectoria como conductor de buses y camiones, les dio la tranquilidad para recorrer los 30 minutos que les quedaban de viaje antes de llegar a Batuco.
Incluso, hizo una parada en la Subcomisaría de Salamanca para avisar sobre su retraso. Sin embargo, esto no evitó que antes de llegar a destino un fatal accidente les arrebatara la vida. “Me llamaron de madrugada y ahí me avisaron que tenía que viajar urgentemente, porque mis hijos habían tenido un accidente. Pero nada más que eso, cuando llegué allá recién me enteré de lo que había pasado y que ninguno había quedado con vida”, recuerda Maritza sobre el peor momento de su vida.
Ethan, su hijo menor de 11 años, había pasado a séptimo básico en el Liceo Menesiano Sagrado Corazón de Llay Llay. Ángel, el hijo del medio de 14 años, cursaría segundo medio en el mismo colegio. Mientras que Alexia, la hija mayor de Maritza y Pedro -de 22 años-, se encontraba buscando una práctica para poder titularse de ingeniera, luego de haber terminado sus estudios técnicos en Administración de Empresas, mención Recursos Humanos.
“Ha sido terrible, todavía no lo puedo asimilar. A veces creo que es un sueño, porque en algún siento que voy a despertar y ya no van a estar conmigo”, cuenta apenada Maritza, quien se mostró agradecida con la comunidad escolar de la cual sus hijos han formado parte luego de la emotiva despedida que se realizó en su honor, la cual incluyó globos, velas y cantos.
El velorio se realizó en la comuna de La Florida, donde las víctimas de este accidente fueron despedidas por sus seres queridos y familiares. En tanto, fueron sepultadas en el Cementerio Parque Santiago en Huechuraba, en la Región Metropolitana.
TRAYECTO FATAL
A sólo 30 minutos de comenzar sus vacaciones estuvieron Pedro Oliva y sus tres hijos, Alexia, Ángel y Ethan, quienes estaban próximos a llegar a la localidad de Llimpo cuando impactaron de manera frontal con otro vehículo. Este último era conducido por Eduardo Rojas Lanas, de 20 años, quien se trasladaba desde la localidad de Coirón hacia el pueblo de Jorquera.
Según información entregada por Carabineros, producto del impacto, los dos conductores y la acompañante de uno de ellos, Alexia, fallecieron de manera instantánea en el lugar. Mientras que los dos menores, Ángel y Ethan, alcanzaron a ser trasladados al hospital de la comuna antes de perder la vida a raíz de sus graves lesiones.
