Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Pase lo que pase, a fin de año tenemos que tener una nueva Constitución. Para llegar a esa meta hay muchos pasos que dar y algunos ya se han cumplido.
El primero de todos fue cuando el Congreso Nacional aprobó el llamado Acuerdo por Chile, con 12 lineamientos básicos que deben ser considerados en el nuevo texto. Esto acaba desde el comienzo con el asuntito de la “hoja en blanco”. Aquí hay parte de lo que será el texto. Después, el mismo Congreso nominó a 24 especialistas en derecho constitucional, los cuales conformaron la Comisión Experta, que hizo un excelente trabajo y que la semana pasada (después de varios meses de trabajo) entregó el Anteproyecto a los Consejeros Constitucionales que elegimos democráticamente el domingo 7 de mayo.
Ellos ahora comienzan la redacción de la nueva Carta Magna y tienen un plazo de cinco meses para terminar su tarea.
Como sabemos, los elegidos son 50 consejeros. Veintidós pertenecen al Partido Republicano, gran ganador de la elección. Once son de RN, UDI y Evópoli y 16 del Frente Amplio, PC y otras fuerzas.
Además de un representante de los pueblos originarios, en este caso, un mapuche. Entre ellos deben negociar para alcanzar acuerdos y proponer un texto que sea aceptable por la mayoría.
En medio de todo esto, el Congreso, cuando aprobó el Acuerdo por Chile, designó a los rectores de la Universidad de Chile y de la Universidad Católica a cargo de la Secretaría de Participación Ciudadana, que tiene como gran misión combatir la apatía de la población y abrir cauces de participación mediante audiencias públicas, diálogos y las ya famosas “iniciativas populares”, cuyo plazo para presentarlas vence este domingo. Recordemos que este mecanismo también funcionó en la antigua Convención, con la diferencia que esa vez desecharon todas las propuestas que hizo la gente.
Esperemos que ahora se puedan presentar estar iniciativas y sean acogidas por los consejeros. El proceso de participación se cierra el 7 de julio y se entrega al Consejo Constitucional.
Como ya sabemos, el domingo 17 de diciembre, con voto obligatorio, deberemos votar a favor esta Constitución que estamos seguros resolverá el antiguo tema pendiente que arrastra la política chilena. Si votáramos en contra se crearía nuevamente una compleja situación, de muy difícil solución para la mayoría del país.
Para los rectores de las dos universidades más importantes del país, lo que viene tiene una mirada optimista. La doctora Rosa Devés (rectora de la U. de Chile) declara ejemplar el trabajo de la Comisión Experta que “siendo muy diversa políticamente, ha dado un ejemplo de un proceso precisamente de escucha, de ceder posiciones, de llegar a un acuerdo”. Para el rector de la U Católica, Ignacio Sánchez, es muy positivo que coincidan los procesos de redacción de la nueva Constitución con la conmemoración de los 50 años del golpe de estado, “que no queremos que vuelva a ocurrir, y por lo tanto, nos compromete a educar por la democracia, a una forma distinta de convivencia, de recordar el quiebre tan brutal de nuestra democracia y sistema político”. Y que además coincida con estar “escribiendo nuestra nueva Constitución que es para el futuro”.
Pareciera que todo va avanzando bien, de manera radicalmente diferente a la convención, por lo tanto, creemos que tendremos nueva Constitución a fin de año.
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