Desde hace más de doscientos años que Chile viene realizando censos para poder entender lo que pasa en el país. Han aumentado las preguntas y han mejorado las conclusiones.
Chile tenía hace 15 años 15.116.435 habitantes y ahora tiene 17.574.003 compatriotas. Crecimos como en dos millones y medio de personas más. Vivimos en 6.400.000 viviendas y hace 15 años vivíamos en 3.900.000. Ese aumento explosivo del 66% más se debe a que hay más gente viviendo en departamentos.
Lo peor del censo es comprobar que la capital sigue creciendo, transformándose en el monstruo que se devora los recursos de las regiones. En la Región Metropolitana viven 7 millones, mientras que en todo el resto del país viven 10 millones. Si todo sigue igual, en un tiempo más la mitad de los chilenos vivirá en la capital, lo que significará una insanable desproporción en nuestro desarrollo como nación. La ciudad de Santiago duplicó su población, lo que es un escándalo, porque demuestra que la gente está obligada a vivir donde está el trabajo y no donde le gustaría vivir. Santiago es la comuna con el mayor parque habitacional del país.
Para entender lo grave de eso podemos decir que comunas como La Calera, (50.500) Hijuelas (18.000) y Nogales, (22.000) mantuvieron su población. El boom inmobiliario de La Cruz la hizo casi duplicar su población, saltando de 12.000 a 22.000 habitantes. Quillota también tiene un crecimiento importante, pasando de 76.000 en el 2002 a 90.500 en el 2017. Del total de esa población la ciudad tricentenaria tiene 11.981 personas que son mayores de 65 años, y de ese total, 513 tienen más de 90 años (y en ese grupo hay 28 que tienen más de cien).
Una constante que se da en todas las comunas es que tienen más mujeres que hombres. De hecho en todo el país hay 370.000 más mujeres que hombres”
En la Provincia de Petorca, casi todas las ciudades mantienen su población, aunque La Ligua, Papudo y Zapallar son las que experimentan algunos miles de habitantes más. El mayor crecimiento se sigue dando en la Provincia de Marga Marga, donde Limache y Olmué pasan de 39 mil a 46 mil, y de 14 mil a 17 mil quinientos, respectivamente. Pero lo exagerado se produce en las comunas de Quilpué y Villa Alemana, que juntas suman 278 mil habitantes, es decir, la misma población que suman las comunas de Quillota, La Cruz, La Calera, Nogales, Hijuelas, La Ligua, Cabildo, Petorca, Papudo y Zapallar.
Todas las concentraciones de población terminan siendo un problema para el progreso armónico de la zona.
Por el aumento de segundas viviendas se produjo un importante crecimiento en la costa. Quintero llegó a 32 mil habitantes (11 mil más que hace 15 años) y Puchuncaví pasó de 13 mil a 18.500 habitantes.
También mostraron un crecimiento importante las comunas del valle de Aconcagua. San Felipe con casi 77 mil, Los Andes con 67 mil y Llay Llay con cerca de 25 mil habitantes.
Una constante que se da en todas las comunas es que tienen más mujeres que hombres. De hecho, en todo el país hay 370.000 más mujeres que hombres.
Un dato preocupante y que debiera derivar en muchas nuevas políticas públicas, especialmente en temas de salud, es el aumento de la población de personas mayores de 65 años, que hoy constituyen el 11,4% de la población, (el año 1992 llegaban al 6,6% del total de la población).
La población de migrantes crece y existe un aumento considerable de nacimientos de madres extranjeras, pero ese crecimiento todavía no es un problema, ya que el total de los migrantes representa el 3% de la población chilena.
De esta mirada sobre lo que somos los chilenos, la principal conclusión es que seguimos siendo un país peligrosamente centralista, donde cada día crece la diferencia entre la capital y las provincias.
