Ya hemos perdido la cuenta de tantas marchas y manifestaciones en contra de la central termoeléctrica Los Rulos y las Líneas de Alta tensión Cardones-Polpaico. En varias ciudades, siempre con mucha gente, siempre con discursos más técnicos que políticos, siempre luchando por defender la salud de la gente y del medio ambiente.
El sábado pasado marcharon más de tres mil ciudadanos responsables que salieron a las calles de Limache a expresar su absoluto rechazo a los dos peligrosos intentos de dañar la salud de los vecinos de la zona.
No es un grito más de la calle, es la constante de organizaciones de todo tipo que se han ido manifestando para advertirle a la autoridad política que cometería un grave error al aprobar en las cúpulas proyectos que son rechazados por el pueblo.
El gobierno, como lo señaló el Seremi de Economía, no está respaldando el proyecto Los Rulos al colocarlo en la larga lista de la nueva oficina de Proyectos Sustentables, recientemente creada por la administración Piñera. Confeccionar un catastro de proyectos no es darle apoyo, fue el mensaje gubernamental. Por eso las comunidades de la zona esperan que el Consejo de Ministros rechace proyectos que complican la salud de la gente y destruyen el medio ambiente.
Haber incluido a Los Rulos en ese catastro generó mucho rechazo porque se estimó que podía ser una contradicción entre lo que el propio candidato a la Presidencia, Sebastián Piñera expresó en forma tan categórica al diario “El Observador” y a Radio “Quillota”, en noviembre del año pasado. En esa oportunidad el actual Presidente de la República señaló que la construcción de Los Rulos no tiene sentido ni económicamente ni ambientalmente. Su palabra es un compromiso, que no dudamos cumplirá. Dijo a micrófono abierto: “Económicamente no tiene ningún sentido construir una planta termoeléctrica. Así que yo creo que habría que revisar esa decisión que ha tomado este gobierno, porque es aparentemente antieconómica y muy dañina para el medio ambiente”.
Hay que recordar que en su gobierno anterior, a Piñera no le tembló la mano para rechazar proyectos medioambientales que comprometían la salud y el patrimonio natural.
Es muy importante considerar también que ambos proyectos se encuentran judicializados, por lo tanto, a la espera de un pronunciamiento de los tribunales. Las demandas son documentos serios y fundados, que les aportan muy valiosos antecedentes a los jueces que deberán fallar sobre este delicado tema.
También tiene sentido considerar, en el caso de Los Rulos, que la empresa israelita se comprometió a entregar una estrategia de mitigación, que finalmente dejaron en nada. No es posible olvidarnos ahora que se trata de un proyecto que fue inicialmente aprobado con condiciones por el gobierno pasado.
Y por supuesto, hay un elemento clave. Los dos municipios, los dos alcaldes, Daniel Morales de Limache y Macarena Santelices de Olmué, han actuado decididamente en contra de estas dos compañías, no solo enviando oficios, sino actuando de hecho, a través de sus Direcciones de Obras, para impedir la construcción de faenas. Agreguemos que el actual seremi de Salud, Francisco Álvarez, muy acertadamente, suspendió las obras de construcción de torres de alta tensión en el sector Tabolango.
Estamos en presencia de un contundente rechazo a ambos proyectos y confiamos que el gobierno actuará en consecuencia.