“No lo veo como un trabajo, es lo que me gusta y me ayuda a no pensar en lo que me puede pasar mañana”, dice Nicolás Rivas
LA CALERA/QUILLOTA.- Roberto Nicolás Rivas Rivillo tiene 24 años y no es un joven como como la gran mayoría, a su corta edad vive el sueño de muchos, todos los días enciende su computador o toma su celular para jugar o simplemente conversar con su nutrida base de seguidores que a la fecha de esta publicación supera los 87 mil solamente en la plataforma TikTok, sin embargo, tras este éxito ascendente en redes sociales se oculta una grave condición que lo ha acompañado desde antes de su nacimiento.
Antes de nacer, Nicolás comenzó a tener problemas renales. “No podía orinar cuando estaba en la guata de mi mamá”, cuenta, agregando que uno de sus riñones era una masa quística, por lo que tuvo que ser extirpado y el que le quedó tampoco funcionaba bien, por lo que su pronóstico era complejo, de hecho, según los médicos no debería estar vivo, pero a sus 24 años, aunque con un cuerpo cansado que lo obliga a usar un burrito para desplazarse, su espíritu y jovial y buena onda son admirados por todos sus seguidores.
PROBLEMAS CON LA ESCUELA
La escuela nunca fue una prioridad para Nicolás, según cuenta lo expulsaron de “todos los colegios de La Calera” e incluso cuando tenía unos quince años, mencionando que también tuvo problemas en La Cruz. “Estuve en el Colegio Leonardo da Vinci, el que está en el paradero 11 y duré una semana, porque le pegué al director”, cuenta avergonzado. Aunque quiso completar sus estudios, lo cierto es que su salud no lo acompañaba y ya salir de su casa para ir a la escuela se convertía en un suplicio por los dolores en sus piernas. “Mis piernas empezaron a no soportar mi propio peso y me dijeron que se pondría peor, hasta quedar en silla de ruedas, así que no quise terminar la enseñanza media”, dijo.
Con dolores, problemas de movilidad y con diálisis diarias de 12 horas, Nicolás hizo lo más difícil, seguir adelante y disfrutar la vida que le tocó haciendo lo que más le gusta. Fanático de la tecnología, desde niño se vio obnubilado por los computadores, el primero que vio tenía el añoso windows 98. Fue en el 2015 cuando empezó a explotar su histrionismo subiendo videos a YouTube bailando como los wachiturros, que estaban de moda en ese momento
ESTRELLA DE INTERNET
Con esfuerzo, sus padres le compraron un notebook con el que pudo conocer nuevos juegos en la soledad de su habitación, más adelante le regalaron otro mucho mejor, con mejores prestaciones y con el que podía jugar y además grabar sus partidas, las que empezó a compartir en las redes ganando así varios adeptos en poco tiempo. “Empecé a dedicarle mucho tiempo a los juegos y a YouTube, subía unos tres videos diarios y así me empecé a hacer conocido en ese ambiente”, cuenta, agregando que sin proponérselo, empezó a generar dinero con eso. “El primer pago que recibí de YouTUbe fueron 80 mil pesos”, recuerda
Hoy en día es conocido como en las redes sociales como @NikolasGamers y está presente en YouTube, Instagram, Facebook, YouNow, Twitch y otras plataformas como TikTok, donde tiene más de 87 mil seguidores, generando el dinero suficiente como para comprar nuevos implementos tecnológicos para sus videos y transmisiones en vivo. “En TikTok puedo ganar unos 20 dólares diarios con los directos que hago de unas cuatro horas, donde, pero donde más ingresos genera es el la plataforma de stream Twitch, donde cuenta que ha logrado ganar hasta 700 mil pesos en una sola transmisión. “Me pasó en un extensivo, esos son directos en los que la gente va donando plata y mientras donen la transmisión sigue, esa vez estuve 33 horas en directo, pero ya no lo hago nunca más porque al otro día no puedo hacer nada”, señala.
“UN GUERRERO”
Aunque Nicolás está cumpliendo un sueño, es claro en señalar que no lo mueve el dinero. “Muchos me preguntan en qué trabajo, si acaso esto es mi trabajo, pero yo no lo quiero llamar así, no es mi trabajo porque no me gusta trabajar, es lo que más me gusta hacer en la vida, antes recibía hartos comentarios mala onda, de gente que me decía por lo menos yo puedo caminar, pero son envidiosos, hoy en día no, recibo mucho cariño de gente que me felicita por salir adelante, me dicen que soy un guerrero. A mucha gente le pasa algo malo y se echa a morir, a mí me tocó esta enfermedad y trato de ser feliz igual, hago lo que me gusta, comparto con mucha gente y así tampoco pienso en lo que me pueda pasar mañana, vivo el día a día”, dice.
