Roberto Silva Bijit
Como formando parte de la absurda situación política que vivimos, con partidos y parlamentarios con lamentables porcentajes de representación, veremos en los próximos días una ridícula emisión televisiva con las distintas opciones al plebiscito del domingo 26 de abril. El período de campaña comenzará el 26 de febrero y la franja de TV se iniciará el 27 de marzo.
El espacio televisivo se compone de 15 minutos dos veces al día, en que estarán representadas 12 partidos y las diversas organizaciones sociales. De los partidos y comandos, 9 se anotaron por la Convención Constitucional y cuatro por la Convención mixta.
Los tiempos serán muy breves porque además, los partidos usarán los dos tercios de su tiempo y deberán ceder un tercio a las organizaciones de la sociedad civil, como lo determinó el Tricel.
El partido que tiene más tiempo es la UDI, que dará 4 minutos 05 segundos al Rechazo. En tanto que en el Apruebo, el mayor tiempo lo tiene Convergencia Democrática (PS-PPD-PR), con 2 minutos y 22 segundos. El que tiene menos tiempo es el diputado René Alinco que dispondrá de 0,41 segundos, o sea, cerca de medio segundo. José Antonio Kast dispondrá de tres segundos con su Partido Republicano y ya tiene listo su mensaje. Aparece con una camisa blanca con rayas rojas diciendo: “Rechazo, Re, Reeeeeechazoooooooo, Rechazo, Rechazo, Rechazo”.
Complicados están los de RN, que tienen en su partido personas que aprueban y otras que rechazan, por eso al comienzo de su tiempo, 2 minutos 12 segundos, tratarán de explicar primero por qué RN tiene dos posturas y después darle tiempo al Rechazo (31%) y al Apruebo (69%), conforme a las posturas internas.
Todos los comandos y partidos tienen tiempos tan pequeños que no podrán explicar ninguna idea, transformándose la franja en rostros, eslóganes y frases mínimas. Sin debate, sin reflexión, sin argumentos, sin nada en serio, tal como está nuestra política y nuestros políticos.
La franja será una muestra más de la crisis política del país, de la pequeñez en la toma de decisiones, de la casi burla que se le hace a los ciudadanos con este tipo de tonteras.
Cuando más falta hacía que los políticos explicaran, volveremos a rechazo o apruebo, a si o no, es decir, a ninguna explicación ni análisis de lo que necesitamos para asentar el futuro del país. No hay mejor demostración del desgobierno que estamos viviendo que lo ridícula que será la franja televisiva.
Por otra parte, hay analistas que tratan de disculpar lo absurdo de la franja diciendo que la televisión ya no es lo que era y que tiene cada día más baja audiencia, lo cual es cierto, pero no justifica la tontera. Algunos han agregado que deben enviar mensajes muy breves en la televisión, casi como memes, que es la nueva manera en que se “transmiten conceptos” por las redes sociales.
No me puedo imaginar que las ideas políticas se tengan que reducir a memes, cuando uno espera una explicación completa e inteligente, para comprender los tiempos que vivimos.
Lo razonable habría sido dos franjas de 40 minutos cada uno, donde los partidos, comandos y movimientos sociales, hubieran podido expresar ideas para reforzar sus posturas, ayudando a conformar una opinión pública que nunca más que ahora necesitó tanta información para poder tomar una buena decisión cívica.
En esa posición, los diarios de papel y las radios, serán fundamentales para contribuir a una buena decisión de los ciudadanos.