La Policía Municipal habría sido de gran ayuda en esta pandemia

Publicado el at 10:03 am
3450 0

Roberto Silva Bijit

Hace ya casi dos años escribimos sobre la situación que estaban viviendo dos alcaldes que decidieron instalar en sus comunas una policía municipal.

Desde esa fecha hasta ahora el país ha cambiado mucho y hemos vivido dos eventos en que las policías municipales podrían haberse transformado en un gran apoyo, tanto en los meses del estallido como ahora en los tiempos de cuarentena.

En ambas emergencias una policía municipal habría significado un aporte, una colaboración para resolver muy diversas situaciones. Basta mirar lo que pasó en Semana Santa con todos los automovilistas que quisieron salir de vacaciones y las tensiones que ello generó en la comunidad. O pensar en el necesario control a los contagiados para que no salgan de sus casas. Desde el ángulo que se mire una policía municipal podría ser muy eficiente, como la hay en muchos países de Latinoamérica y Europa.

La propuesta es clara y directa. La podemos resumir en una pregunta: ¿Se necesita un carabinero controlando a un auto mal estacionado en una calle, o bastaría con un inspector municipal, o mejor todavía, un policía municipal?

Ellos podrían enfrentar los problemas de control de tránsito, reparto de correspondencia judicial, vigilancia de las calles y paseos, certificados de residencia, recoger las denuncias de los vecinos para ser presentadas al Juzgado (municipal) de Policía Local y tantas otras tareas, que hoy día se le encomiendan a Carabineros, como acompañar a un camión con una carga especial por una carretera o ayudar a encontrar un familiar perdido.

Los alcaldes de las comunas de Cerro Navia y Calera de Tango crearon policías municipales y después de dos años han demostrado que tienen muy buenos resultados. Contrataron a personal retirado de Carabineros y PDI, cuyos oficiales pueden portar armas.

Lamentablemente, el gobierno no supo acoger la demanda y respondió con una querella por usurpación de funciones; y como si fuera poco, la Contraloría dictaminó que los ex uniformados no podían trabajar portando sus armas.

Por eso el alcalde de Calera de Tango ha dicho que sus funcionarios tienen más experiencia que los jóvenes carabineros que actuaban en las manifestaciones, haciendo ver que su equipo es más maduro y puede actuar con más seguridad y hasta con menos problemas de derechos humanos.

El gobierno no tiene que asustarse con la creación de una policía municipal, que por lo demás, existe en casi todos los países de Europa. La escandalosa estadística de robos y asaltos debiera llevarlos a proponer una ley con la creación de una policía municipal. Lo demás es ceguera.

¿Alguien en el gobierno cree que le vamos ganando la lucha a la delincuencia?

A la delincuencia hay que enfrentarla con inteligencia, para poder derrotarla. Una manera de contribuir a hacerlo es creando una Policía Municipal que se encargue de todas aquellas faltas, que no son delitos, pero que debe asumir Carabineros con su escasa dotación.

Tenemos muy pocos carabineros como para perderlos en tareas administrativas, que bien podrían atender funcionarios municipales. Sin embargo, otra sería la situación de los delincuentes si todos esos carabineros estuvieran dedicados a combatirlos, a perseguir a los ladrones, a desarmar las bandas en las poblaciones, a frenar los robos en el centro de la ciudad, a controlar a los traficantes de drogas, a desbaratar los lugares donde se reducen especies robadas, a tener más vigilancia nocturna, y tantas otras actividades propias de un cuerpo entrenado, con formación militar, que puede contribuir en forma determinante a entregarnos una mejor seguridad ciudadana.

En Europa esas policías municipales pueden portar armas, detener, trabajar con los tribunales y mantener una tarea preventiva fundamental para garantizar la seguridad de la población. No como en nuestro país, donde todo el apoyo municipal a nuestra seguridad se topa con el absurdo que los funcionarios municipales no pueden hacer nada, ni portar armas, ni detener, ni nada que tenga sentido para frenar el delito, fuera de prender unas luces amarillas en sus vehículos. No hay ley que los ampare y andan en la calle, de noche, corriendo riesgos casi inútiles.

¿Cómo se reirán de nosotros los delincuentes?

El tema de la Policía Municipal sigue vigente y cada vez se hace más necesario, pero para eso se necesitan leyes y la revisión de las porfiadas estadísticas, que siempre demuestran que los ladrones van ganando.

Comentarios