La inversión del proyecto de EFE Valparaíso equivale a unos $680 millones de dólares.
NOGALES.- Una enorme polémica, que ha alcanzado hasta ámbitos políticos y académicos, ha provocado una petición de la Comunidad Diaguita de Collahue, en Nogales, la que ha hecho una observación al proyecto de recreación del tren de pasajeros que se encuentra en las etapas finales, que podría limitar la ampliación de la red vial entre Limache y La Calera.
La observación hecha al proceso de estudio se denomina “Alteración de las Prácticas Ceremoniales de la Comunidad Diaguita Araya -Araya de Collahue” y, en resumen, reclama que la recreación del tren de pasajeros en la zona señalada afecta actividades que, históricamente, han hecho las comunidades originarias desde hace varios siglos.
Esas acciones -según la comunidad diaguita- que estarían ligadas a antiguos ritos ceremoniales, se verían limitadas por la llegada del tren, situación que no es nueva en la zona, donde el ferrocarril existe desde mediados del siglo XIX, por lo que su recreación no debería asumir situaciones que no se consideraron hace unos 170 años.
Aunque hay evidencias históricas de alguna presencia diaguita en la zona, en los siglos anteriores, derivados de luchas tribales o por su indudable labor artística y cultural, no tuvo una mayor relevancia y se le reconoce una acción menor, por lo menos en los territorios que, actualmente, corresponden a nuestra zona.
La Comunidad Diaguita Araya-Araya de Collahue -que deriva de los Raya-Raya- llegó a nuestra zona sólo en 1978, proveniente de Caimanes, en la actual Región de Coquimbo y cuenta con el liderazgo de Daniel Araya Calderón, que corresponde a un patriarca vivo de linaje puro, que lo convierte en miembro de la Red de Ancianos Diaguitas, una organización que cubre, aún, algunos sectores de las regiones de Coquimbo y Atacama.
Los integrantes del pueblo originario, representados por Karina Galdámez Fuentes -chilena, pareja del primogénito del clan- hicieron la presentación, generando una controversia nacional, donde se ha criticado el exceso de “permisología” a grupos pequeños, lo que demoraría un proyecto que beneficiará a millones de personas y con una inversión de, por lo menos, $680 millones de dólares.
A la comunidad diaguita se le ha cuestionado su condición de tal y la han acusado por el supuesto interés de conseguir dinero con esta presentación. Su representante, Karina Galdámez, expresó que su principal misión como comunidad es visibilizar y fortalecer la rica cultura diaguita, promoviendo sus creencias, saberes y prácticas tradicionales que han sido transmitidas de generación en generación.
La vocera aseguró: “No estamos en contra del progreso ni del desarrollo de la sociedad. Reconocemos la importancia de proyectos como el de EFE en el avance y conectividad del país. Sin embargo, consideramos imprescindible que se respete y valore nuestra identidad cultural y espiritual, dado que nuestras creencias y conocimientos ancestrales son parte fundamental del patrimonio cultural de Chile”.
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