Psicólogo Ricardo Laurel entregó consejos para apoyar a los niños y adultos que vivieron este traumático evento.
REGIÓN.- Lo vivido en la Región de Valparaíso a comienzos de mes se ha convertido en la tragedia nacional más grande desde el terremoto de 2010 y en el incendio más mortífero del siglo XXI. Las víctimas fatales superan las 132 y los damnificados se cuentan por miles.
A raíz de esto, ya son cientos de personas que se han embarcado en la misión de acudir al lugar de la tragedia y apoyar en la remoción de escombros y limpieza de terrenos. Pero hay otra ayuda, tan o más importante, que a veces pasa a un segundo plano: es el apoyo espiritual y psicológico.
Con esto en mente, el conocido psicólogo quillotano Ricardo Laurel visitó los estudios de Radio “Quillota” para entregar una serie de recomendaciones sobre cómo podemos apoyar a las víctimas de los incendios desde esa perspectiva.
Ricardo, ¿de qué manera afecta esta tragedia a las víctimas, especialmente niños?
“Pasa que, en todo evento de estrés, nuestro sistema nervioso se pone en alerta frente a situaciones de amenaza y tenemos varias posibilidades, atacamos, huimos o nos desmayamos. Frente a estos estímulos, los niños y los discapacitados son los que más sufren, en especial, los pequeños”.
“Es muy importante la labor de voluntarios que trabajan en el área de la Educación, porque ellos pueden ayudar con juegos y dinámicas. Los niños ven el mundo de una manera distinta. Unos chicos allá señalaban que, si bien se había quemado su casa, había conocido amigos en el albergue donde estaban y no cabe duda que ese niño, aunque no está durmiendo en su cama. está pensando en sus amigos”.
¿Es importante que se distraigan?
“Ellos tienen una capacidad de adaptación increíble. Las escuelas de verano les hacen muy bien. Hemos visto acá como las escuelas maristas han marcado muchas generaciones, entonces, en medio de todo este dolor, es importante que no pierdan el espacio lúdico, la capacidad de jugar. Hay varias cosas que se pueden hacer y si tú estás estudiando en la universidad y tienes tiempo, inscríbete como voluntario. Puedes ir y jugar con los niños, no hay nada mejor para ellos”.
¿Es peor para los niños neurodivergentes o con alguna condición?
“Nuestros chicos y chicas neurodivergentes muchas veces tienen una dificultad en el área relacional, les cuesta más hacer amigos o comprender cómo procesa el mundo una persona neurotípica. Hay una tendencia a atraparse en ciertas emociones o tener alguna actividad que hago con mucho ímpetu, como los dinosaurios, Star Wars u otros, que me permiten un refugio, construir mi mundo y tener el control”.
“Entonces, tienen una línea de pensamiento un poco restringida, les afectan mucho más los ruidos, olores, la alimentación, incluso la ropa, que su textura no le acomoda, le molesta tanto y la tiene que cambiar. Tienen una especie de amplificador de emociones y perciben el mundo de forma distinta. Ni mejor ni peor, sino distinta”.
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¿Cómo podemos ayudar de mejor manera?
“Hoy existe una situación de estrés post traumático que vivimos todos, incluso nosotros, que no hemos vivido esta catástrofe, porque podemos empatizar. Para quienes vayan de voluntarios les doy un consejo, porque debemos ser muy responsables: no puede decir ‘sé por lo que estás pasando’ o ‘comprendo tu dolor’, pero podemos decir que ‘no logro sintonizar con el nivel de dolor’, ‘te voy a acompañar en el dolor’. Eso es muy importante”.
“El llamado a los colegas psicólogos es que nos pongamos a disposición, porque hay mucha gente que ha visto que el esfuerzo de toda una vida se desmoronó”.
Con el paso de los días, mucha gente dice haber visto atentados en los cerros o intentos de quema. ¿Puede existir algún tipo de paranoia?
“Aquí hablamos nuevamente de los mecanismos de alerta. Recordemos que nuestro cerebro primitivo levanta algo que se llama paranoia, vemos situaciones donde a veces no las hay. Tenemos que analizar bien la situación y de donde estamos obteniendo la información. Es muy importante que nos informemos por canales oficiales. Si queremos ayudar, allá se necesita mucho apoyo, contención. Hay muchos voluntarios que están removiendo escombros, pero falta mucho apoyo a la contención de niños y acompañamiento de adultos mayores”.
