La ineficiencia de los partidos políticos

Publicado el at 12:44 am
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Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”

Este fin de semana se acaba el plazo para inscribir a los candidatos para las próximas elecciones municipales y regionales.

Los partidos han estado buscando -a última hora- a sus candidatos, revisando las listas y los pactos. Tratando de convencer a personas para que vayan de candidatos a alcaldes, concejales o consejeros regionales. Todo muy improvisado, todo muy al lote. Funcionan con tincadas o con seudo encuestas, con datos de amigos o con personas sin trabajo que ven la candidatura como una opción económica.

Un alcalde anda en los cinco millones, pero tiene muchas responsabilidades que cumplir y por las cuales responder ante la ley.

Los consejeros regionales y los concejales andan más o menos en un millón de pesos mensuales. Para el que no tiene nada puede ser interesante, además que deja mucho tiempo libre, porque son máximo cuatro reuniones a la semana. Un trabajo sencillo y hasta entretenido. Nadie gana un millón por ir cuatro veces al “trabajo” durante el mes.

Los partidos no son nada en nuestras comunidades. Casi nadie, creo que nadie, podría encontrar hoy día la sede de un partido político en su comuna, sencillamente porque no tienen sede. No tienen domicilio conocido. Cuando más son de papel. En provincias no hay nada.

En Santiago tienen sede y pareciera que por eso deciden todo desde la capital. Ningún candidato se decide en su zona, todos son visados en Santiago, así como también son bajados, canjeados, traspasados. El sábado se cierra la inscripción y esa noche quedarán muchos llorando y otros cantando, porque los partidos estiran la inscripción hasta el último minuto y bajan o suben al que quieren sus dirigentes nacionales. En verdad, poco respeto por provincias. Los políticos que hablan de regionalización son los más centralistas.

Lo peor es que los partidos no tienen escuelas de ideas, para que sus candidatos sepan a qué tendencia política, social y económica pertenecen. Entonces pasa que una vez elegidos se cambian de color o de partidos sin ningún problema.

Los primeros que mañana quedarán inscritos en las listas son los que van a la reelección, que es la gran mayoría. Todos quieren repetirse el plato porque cuatro años es muy poco tiempo para realizar una tarea importante. En eso tienen razón.

Los nuevos candidatos son personas que han debido enfrentar a los partidos y muchos de ellos se han dado cuenta de lo poca cosa que son los partidos, sin embargo, quieren participar del proceso y aceptan las condiciones que les imponen, se someten a sus reglas santiaguinas y van a una elección.

Lo que pasa es que los partidos políticos ayudan poco a elegir los mejores, porque no parece que esa fuera su meta, por el contrario, buscan gente que todos ya sabemos que no sirve, que no le han ganado a nadie, que tienen poca historia de servicio público y pocas posibilidades de ganar, lo que es increíble, que un partido ponga a alguien en una lista sabiendo que va a perder y que solo gastará dinero de sus bolsillos para salir sonriendo en unas fotos con su nombre.

Nos falta mucho para entender que los partidos políticos son los verdaderos cauces de expresión de la gente y que debieran ser fuertes e importantes, tener un lugar en cada una de nuestras comunas y canalizar las inquietudes de las comunidades para hacerlas llegar a las autoridades elegidas.

El mejor retrato de cada partido será la calidad de los candidatos que lleven en el voto.

Imagen Redes Sociales.

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