Por Roberto Silva Bijit
Fundador de “El Observador”
El inicio de los trabajos de reconversión de la antigua planta de la Compañía de Cervecerías Unidas, CCU, en un gran museo de la cerveza y en un centro de actividades culturales y gastronómicas, enmarcadas en un parque recreacional de primer nivel, es una gran noticia para toda la región.
Hace 30 años Limache vivió un golpe fuerte. Una vecina de la población CCU, Ana Sepúlveda, recuerda el conflictivo momento: “Fue algo inesperado, como un balde de agua fría. Mi esposo estaba durmiendo, venía del turno de noche. Empieza a sonar el pito, que a las 10 de la mañana era raro que funcionara. Todos corrimos a la fábrica a ver qué pasaba y nos encontramos con la noticia que habían decidido cerrar la fábrica. Mi viejo venía tan triste”.
El título principal de “El Observador” en enero de 1992 fue: Cerró CCU, grave golpe a Limache”. Pasadas esas tres décadas, la empresa vuelve a tocar el pito para anunciar su resurrección, para contar sobre el gran proyecto de restauración y apertura de la instalación industrial más antigua de Chile que permanece en su estado original. Construyeron el tremendo edificio en 1883 y pusieron en marcha la fabricación de cerveza en 1885.
Sus fundadores fueron los socios Hoffman y Ribbech, que con entusiasmo pusieron a funcionar las nuevas maquinarias. Ya en 1889, su crecimiento la había llevado a conformar la Fábrica Nacional de Cervezas, que en 1902 daría paso a la Compañía de Cervecerías Unidas, teniendo como núcleo la industria limachina.
Con el paso de los años la fábrica pasó a ser la empresa más importante de la comuna y sus productos con etiquetas que decían Limache comenzaron a recorrer Chile. Construyeron primero 220 casas para empleados y obreros, las que después se ampliaron en 50 más. Hasta hoy ese sector parece que oliera a cerveza. Se había creado en Limache una cultura de la cerveza y se había repartido –como espuma- el nuevo sabor por todos los rincones del país.
Como la misma empresa lo anunció, crearán un espacio que mezcla historia, paisajismo y cultura, en el proyecto “Reconversión CCU Limache”, emplazado en la ex fábrica cervecera, que es parte del origen de la compañía y de la industria cervecera nacional. Para esto, el equipo ganador compuesto por “los arquitectos Mathias Klotz y Sebastián Mundi, se unieron a Pedro Silva (museografía) y Francisca Saeltzer (paisajismo) para crear un innovador diseño que une lo nuevo con lo antiguo, y que tiene el propósito de redescubrir la comuna desde una perspectiva diferente e inédita, a través de una mínima intervención de la estructura existente, recuperando el hito arquitectónico y su posición de centralidad en la ciudad de Limache”.
Le están devolviendo a la comuna su rol protagónico en la fabricación de cerveza. Van a mantener toda la maquinaria antigua, con preciosos fudres de cobre, con alambiques de otro tiempo, con las primeras instalaciones para tapar botellas en Chile, con inmensos toneles y con una construcción industrial de gran elegancia para esos tiempos.
El pito de la fábrica volverá a sonar, para llamar a la cultura, para llamar a la recreación y para volver a tomarnos una cerveza sin filtrar, heladita y con una tremenda hamburguesa.
Salud, Limache, por esa gran reconquista de un sitio histórico.