Por Hugo Toloza
Académico de la carrera de Odontología de la Universidad Viña del Mar, (UVM).
OPINIÓN.- Una pregunta que se escucha a menudo es si es realmente importante o si existe una diferencia respecto de las visitas al dentista durante un embarazo. Para responder a esta interrogante es importante mencionar que el enfoque de curso de vida es considerado clave por la Organización Mundial de la Salud, (OMS), en la prevención y control de las enfermedades crónicas no transmisibles. Este enfoque incluye acciones durante todo el ciclo de la vida, comenzando con la salud materna e incluyendo todas sus etapas, continuando en la infancia y adolescencia, abarcando la promoción de los entornos de trabajo saludable en la edad adulta, el envejecimiento saludable y los cuidados adecuados en el final de la vida.
Para el académico de la carrera de Odontología de la Universidad Viña del Mar, (UVM), Hugo Toloza, el control odontológico es fundamental en todas las etapas de nuestra vida y sobre todo en el embarazo, ya que el estado de salud bucal de la madre influye en su bienestar y, además, en el riesgo de desarrollar caries tempranas en los niños/as, a través de mecanismos biológicos, conductuales y sociales. Estos antecedentes justifican el desarrollo de intervenciones integrales que apunten a reducir los riesgos de patologías bucales tanto en la madre, hijo y familia.
“¿Cuántas veces hemos escuchado que la madre “pierde un diente por cada bebé”? En este sentido, debemos ser enfáticos en que no hay estudio en la literatura médica que justifique la veracidad de esta afirmación. La pérdida de dientes en una mujer embarazada probablemente refleje su estado habitual de salud oral. Además, se debe considerar que el embarazo suele acompañarse de alteraciones en el estilo de vida, tales como la disminución del cepillado ligado o no a la presencia de náuseas y vómitos, incrementándose el biofilm (placa bacteriana) en la superficie de los dientes. Los ácidos gástricos que están presentes en los vómitos erosionan la superficie del esmalte de los dientes, siendo más comúnmente afectados los dientes anteriores”.
El odontólogo de la UVM precisa: “Los cambios fisiológicos sufridos durante el embarazo, así como en los hábitos en la alimentación pueden traen consigo alteraciones específicas en las encías o acelerar los procesos de las lesiones de caries. Por esto, es de vital valor que los cuidados orales prioritarios sean: la consejería individual sobre una dieta adecuada con un bajo riesgo cariogénico, la implementación de medidas preventivas y el diagnóstico precoz de patologías orales para un tratamiento oportuno. Esto, en conjunto con una buena técnica de cepillado, selección correcta del tipo de cepillo de dientes y el uso de pasta con alto contenido de flúor”.
El especialista agrega: “Existe en nuestro país el ‘GES Salud Oral de la Embarazada’ que tiene como objetivo central el reforzar los hábitos saludables para mantener la salud bucal de la madre y del hijo/a con un acceso adecuado a cuidados preventivos. La garantía GES confirma la relevancia de mantener u optimizar una buena salud durante el embarazo. Por lo que se debe siempre hacer un énfasis en ser claros y enfáticos en la información para disminuir lo más posible los miedos y tabúes existentes sobre el embarazo y la atención odontológica, profundizando siempre la necesidad real de que el proceso de embarazo debe ser acompañado con visitas frecuentes al odontólogo”, concluyó.