La no continuidad de Martín Cicotello obliga una vez más a los dirigentes caleranos a buscar un nuevo director técnico, algo que se ha vuelto habitual.
LA CALERA.- “Siempre se repite esta misma historia (…) Estoy harto de rodar como una noria”, cantaba Camilo Sesto en uno de sus éxitos, que calza perfecto para esta otra historia. Luego de la confirmación de la salida de Martín Cicotello de la banca de Unión La Calera, la dirigencia de los rojos se encuentra en la búsqueda de un nuevo director técnico para la próxima temporada.
No es un escenario nuevo para los dueños de la S.A. calerana, ya que desde que asumieron en 2015, salvo Víctor Rivero, ningún otro entrenador a “sobrevivido” para la temporada siguiente.
Han sido 14 entrenadores los que han pasado por Unión La Calera en 8 años de administración argentina. Cuando el club cambia de propiedad, Ariel “Fantasmita” Pereyra era el DT, pero a poco andar es despedido para traer a Miguel Riffo que no termina la temporada. En su reemplazo asume Leonardo Ramos.
De ahí en adelante se agranda la lista de técnicos, Mario Pobersnik –que nunca pudo sentarse a dirigir-, Humberto Grondona, Christian Lovrincevich, Víctor Rivero, Francisco Meneghini –en dos periodos-, Walter Coyette, Juan Pablo Vojvoda, Luca Marcogiuseppe, Martín Anselmi, Federico Vilar, Gerardo Ameli y Martín Cicotello.
De todos ellos solo Juan Pablo Vojvoda dirigió toda la temporada completa. Fue en 2020, cuando los rojos cumplieron su mejor campaña histórica, la misma que les valió terminar segundos en la tabla general y clasificar por primera vez a la Copa Libertadores de América del año siguiente. Sin embargo, el doctor Vojvoda no siguió al año siguiente.
El caso de Víctor Rivero también fue especial. Asumió a mitad del 2017, cuando el equipo estaba virtualmente descendido a Segunda División. Lo salvó, fue campeón y ascendió a Primera División. Continuó al año siguiente y fue despedido restando dos fechas para el final.
Técnicos sin mayor experiencia
Desde 2021 en adelante el “modus operandi” de los dirigentes ha sido muy similar. Traer entrenadores sin mayor experiencia, que asumen por primera vez un primer equipo, y si los resultados no acompañan, cambiar a mitad de torneo, para traer otro DT para finalizar el año.
A Marcogiuseppe le siguió Meneghini en su segundo paso, quien no siguió al año siguiente por decisión propia. Se trajo a Anselmi –un fracaso total- y lo reemplazó Federico Vilar, un técnico serio, que obtuvo resultados y que parecía idóneo para conformar el equipo del año 2023. No fue así. Se apostó por Gerardo Ameli, quien a pesar de su experiencia, no funcionó, por lo que fue reemplazado por Cicotello.
Por el accionar anterior, ahora debería esperarse la llegada de un técnico argentino –a los dueños no les gustan los DT chilenos- y sin mayor experiencia. Habrá que ver quién es elegido.
