Hoy esta joven alumna de la Escuela Sagrado Corazón de San Felipe simboliza la unión de su familia y la lucha principal de su madre, Corina Del Canto
SAN FELIPE.- Corina Del Canto Lemus aún recuerda la cara de su pequeña bebé a los pocos minutos de haber nacido. “Delgada, pequeña y linda”, fue lo primero que pensó cuando la pusieron entre su regazo, luego de pasar un embarazo muy complicado.
Nació prematura a los siete meses, midió 31 centímetros y pesó un kilo y medio. Una realidad que los doctores que la trataron durante su embarazo le advirtieron, ya que sus constantes dolores abdominales eran síntoma de que algo no andaba bien y que lo más probable era que la pequeña iba a nacer mucho antes de lo esperado. Y así fue.
Después del parto, la pequeña Eyerly pasó semanas dentro de una incubadora conectada a oxígeno, una imagen que Corina no ha podido borrar de su mente ni de su corazón. “No podía parar de llorar cuando la vi, me tuvieron que sacar del lugar donde estaba mi hija porque parecía que sentía mi angustia”, cuenta ésta dedicada madre.
Estuvo alrededor de un mes en el Hospital San Camilo y después de ese tiempo al fin su bebé, ya con 2,90 kilogramos, pudo ir a casa.
Pero pasados seis meses, en uno de sus controles, una enfermera le explicó a Corina que la bebé tenía un retraso psicomotor, pues no estaba desarrollando las mismas habilidades que otros niños a la misma edad.
Mientras trataba de asumir esta dura noticia, fue días después que Eyerly comenzó con unas intensas convulsiones que hicieron que su madre la llevara inmediatamente a Urgencia. En el hospital, los médicos que la revisaron le dijeron que su hija había tenido una parálisis cerebral, por lo que nuevamente quedó hospitalizada durante un mes.
TELETÓN VALPARAÍSO
A pesar de que el camino para esta familia se puso cuesta arriba, fue una amiga quien les recomendó ir a la Teletón, idea que no se les había pasado por la cabeza a Corina y su pareja.
Juntaron los papeles y los presentaron en el centro de rehabilitación de la Avenida Francia, en Valparaíso, donde de inmediato los acogieron.
Cuenta esta madre que su hija estuvo desde los siete meses hasta los dos años de edad en la Teletón y que viajaban en bus cada vez que les tocaba ir al proceso de rehabilitación que necesitaba Eyerly. “Allá nos fue muy bien, nos atendieron excelente, no tengo nada que decir”, asegura.
Actualmente, Eyerly tiene 15 años y asiste a la Escuela Especial Sagrado Corazón de San Felipe, como comenta su madre. Y no se despega de Internet y su tablet, donde mira sus series favoritas: “La rosa de Guadalupe”, “El Chavo” y otras comedias.
“Pensábamos que Dios nos había castigado. No lo aceptábamos, nos preguntábamos por qué a la niña y por qué a nosotros”, recuerda Corina, y dice que además de cambiar este pensamiento negativo gracias a la Teletón, la fundación les regaló una silla de ruedas, un burrito y otros implementos que usa diariamente la joven.