Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Ayer al mediodía, en el Salón de Honor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, se inauguró el año académico con una conferencia sobre Descentralización dictada por la ministra del Interior Carolina Tohá.
Venía vestida con sobriedad y elegancia. Pañuelito al cuello. Sonó convincente, muy segura de lo que hablaba, con manejo sobre los daños que le ha causado a Chile el centralismo agobiante. Expuso con fuerza y pasión.
La ceremonia se abrió con las palabras del rector Nelson Vásquez Lara, quien explicó que la universidad cuenta con cerca de 20 mil alumnos y que obtuvo la acreditación hasta enero de 2029, por su excelencia académica en docencia pregrado y postgrado, por su gestión institucional y su nivel de investigación, así como por su vinculación con el medio. También señaló que en cinco años más la universidad cumplirá cien años al servicio de la educación superior en Chile, siendo la cuarta casa de estudios más antigua del país. En su intervención precisó también los desafíos y metas que se ha propuesto liderar desde su rectoría.
Después habló la ministra Tohá, que uno ve solo en la televisión y que ahora la teníamos en vivo y en directo. Uno no puede dejar de pensar en la tremenda mochila que carga todos los días, en el peso de lidiar con los políticos de su sector que la atacan y en los de oposición que no se cansan de criticarla. Está como al centro de la tormenta, pero siempre tiene una palabra medida para defenderse. Una buena arquera del gobierno porque ataja hasta penales. Al verla uno piensa también que su padre, al igual que ella, fue Ministro del Interior durante el gobierno de Allende y que tuvo una extraña muerte a manos de los militares.
Habló sin tapujos acerca de la descentralización. Dijo que desde hace décadas todos los gobiernos hablan y hablan del problema, pero que nadie lo enfrenta. Hacen el diagnóstico, pero no aplican el remedio. Se han hecho miles de estudios y el centralismo sigue creciendo, en desmedro de la gente que vive fuera de la capital.
Aseguró que no dejarán pasar el tiempo, que ya vienen trabajando hace rato en el tema y que en agosto ya estarán listos para someter al criterio ciudadano sus propuestas. Fue enfática en decir que Chile era más que el gran Santiago y que los planes que iban a iniciar eran lentos pero sostenidos en el tiempo. De hecho, su exposición consideraba hasta 2032, como prueba de que todo será a largo plazo.
Valoró todos los sucesos anteriores que fueron consolidando una nueva preocupación por descentralizar: los gobiernos regionales, la elección popular de los consejeros regionales, y ahora, la elección democrática de los Gobernadores Regionales. Todos hechos que forman parte del comienzo de la historia, pero no de la historia que está por escribirse para repartir mejor el presupuesto del país.
En todo momento, su exposición tuvo como centro a los que vivimos en provincia, a los que siempre estamos más lejos de la torta que se reparte Santiago, a los que vivimos en una potente desigualdad respecto de la capital.
Resulta reconfortante escuchar la claridad que demuestra la Ministra del Interior para referirse a la urgencia que tiene consolidar el proceso de descentralización de Chile.
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