Padres que trabajaban la dejaron en manos de reconocido cristiano que se habría aprovechado de su condición religiosa para abusar de la menor
LA CRUZ.- Una conversación entre dos niñas dejó al descubierto el drama que, desde hacía varios años, vivía una de ellas. Ambas menores, que en ese entonces no se empinaban por sobre los diez años, hablaban de relaciones sexuales cuando una de ellas dijo que ya las había tenido.
Lo conversado llegó a los oídos de la madre de la amiga, quien lo hizo saber al colegio de Quillota donde las niñas estudiaban y, como corresponde, el establecimiento escolar -luego de una conversación con el psicólogo del colegio- hizo la denuncia a la Fiscalía de La Calera y después le avisó a la mamá.
La situación que indicaba la niña, con total inocencia, habría sucedido cuando ella tenía cinco o seis años y corresponderían a tocaciones del cuerpo de la menor o muestras lascivas de los genitales de un hombre a la pequeña.
La mamá de la menor trabaja en el ramo de las grandes tiendas de la Región de Valparaíso. De su primer matrimonio tuvo esta niñita, y posteriormente estableció una nueva relación de pareja con quien tuvo un hijo que hoy tiene cuatro años.
Cuando el niño estaba más chico a ella la trasladaron desde La Calera a Valparaíso, lo que la obligó a buscar a una persona que atendiera a la niña y al niño durante las horas que ella trabajaba.
Su pareja, padre del segundo niño, propuso que los cuidaran sus padres, asegurando que se trataba de un connotado cristiano adventista -conocido como jardinero de condominios en La Cruz- y su esposa -dueña de casa-, ambos integrantes activos de la Iglesia Adventista que mantiene un templo en el sector de Charravata.
Se supone que los abuelastros de la niña la llevarían a su casa en las horas que los padres trabajaban. Su progenitora no puso problemas, por la edad del hombre -entonces cerca de los 70 años y hoy de 74 años- y su visión cristiana de la vida, que incluso le permitía vivir al lado del templo y hacer de oficiante de actos religiosos en algunas oportunidades. Hay que aclarar que nunca ha sido pastor y que tampoco registra antecedentes policiales.
Sin embargo, la madre de la niña -pues el padre no se hizo cargo de la situación- se vino a enterar de lo sucedido sólo cuando el colegio hizo la denuncia a la Fiscalía de La Calera y cuando la Policía de Investigaciones inició las indagaciones para tratar de obtener la verdad sobre la denuncia.
Para ello, aparte de interrogatorios de los abuelastros, que cayeron en varias contradicciones, se remitió a la niña a peritos forenses públicos y particulares, los que dieron evidencia de que la niña había sido objeto de abusos de tipo sexual, que apuntaban al abuelastro.
ARRESTO DOMICILIARIO NOCTURNO
La niña, ahora de 16 años, estuvo más de dos años en manos de profesionales que trataron de hacerle superar el drama que llevaba dentro. Entretanto, la investigación de la Policía de Investigaciones de La Calera seguía su curso y la Fiscalía contaba ya con los elementos básicos para formalizar al abuelastro en octubre de 2019.
El llamado “estallido social” retrasó la labor de la justicia. Luego la pandemia hizo que la formalización del abuelastro imputado se volviera a retrasar.
Finalmente, el viernes recién pasado se realizó la audiencia de formalización en contra del hombre, imputado por abuso sexual de la menor.
Desde la Fiscalía informaron que “de acuerdo a lo que se expuso en audiencia el imputado, abuelo del hermano de la víctima, entre los años 2016 y 2017, en fecha no determinadas, mientras la víctima de ocho años, quedaba a su cuidado por motivos laborales de su madre, el imputado aprovechada de realizar actos de significación sexual y relevancia en contra de la víctima. Hechos que cometía en el domicilio ubicado en la comuna de La Cruz”.
“El Ministerio Público lo formalizó por el delito de abuso 366 bis y ter, solicitó la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno, prohibición de acercarse a la víctima y arraigo nacional, lo que fue acogido por el Juzgado de Garantía de La Calera. Se determinó un plazo de investigación hasta el mes de agosto, fecha donde se realizará un juicio abreviado. La familia de la víctima está en conocimiento de este juicio programado y cuenta con apoyo de la Unidad Regional de Atención a Víctimas y Testigos”.
