La Calera: Olla común organizada por vecinos de la Villa Los Lagos reparte 150 almuerzos diariamente

Publicado el at 06/07/2020
1682 0

En medio de la pandemia, los mismos habitantes de este sector de Artificio decidieron ayudar a quienes más lo necesitan

LA CALERA.- Cristopher Alejandro Báez Zola tiene 22 años. Es cocinero y desde el inicio de la pandemia ha estado sin trabajo. Hasta los diez años vivió en el Campamento Esperanza, lugar del cual tiene muy buenos recuerdos, más allá de la extrema precariedad. “Echo de menos la cancha y el río. Eran espacios grandes donde se podía jugar sin problemas”, dice.

En 2007 se resolvió que los habitantes del Campamento Esperanza, y algunos que también vivían en condiciones difíciles en la Población Manuel Rodríguez, fueran trasladados a la Villa Los Lagos, en Artificio. Por lo tanto, desde hace trece años, Cristopher vive en este sector de la comuna.

Comenta que “fue brusco el cambio, pues allá sentíamos que teníamos todo cerca. Costó acostumbrarnos. La cancha en la villa era tan chica que podíamos jugar sólo tres por lado. Pero eran viviendas mucho mejores que las que teníamos en el campamento”.

Eso sí, asegura que “lo que me molesta es que nos discriminen. Nos cambiaron de un lugar a otro, pero igual muchos nos miran mal. Pasaba en el campamento y pasa ahora. Si antes por ser del Campamento Esperanza éramos malos, ahora ser de la Villa Los Lagos es lo mismo. Y eso no es cierto. Aquí, como en todos lados, hay gente de mucho esfuerzo”.

Cristopher Báez dice que sus vecinos son constructores, albañiles, jardineros, temporeros, obreros de industrias y maestros de múltiples oficios. “Uno entiende -dice- que la discriminación pasa por la pobreza. Aquí vive gente mayor que ha trabajado toda su vida y que está obligada a seguir haciéndolo. Jóvenes sin oportunidades de estudios o trabajo que buscan oportunidades que difícilmente llegan. Es difícil salir adelante en estas condiciones”.

SOLIDARIDAD ENTRE VECINOS

Cristopher Báez, aparte de su oficio como cocinero, tiene una extraordinaria vocación de servicio. Hace un tiempo dedicó una buena parte de su descanso para ser parte de una organización llamada “La Calera Solidaria”, que entregaba almuerzos a las personas sin sustento que llegaban al Parque Municipal. “Fue una hermosa experiencia -dice- y aprendí a cocinar para muchas personas”.

Ahora que se vino la pandemia y los vecinos perdieron sus trabajos, junto a su madre y amigos, decidió que no podía quedarse se brazos cruzados. “La gente empezó a quedar sin empleo. Comer algo al día se convirtió casi en un milagro y sólo nos han repartido unas cajas que regaló Sopraval. Por eso, con mi mamá, mi polola y amigas, armamos la olla común de la Villa Los Lagos”, afirma.

Desde hace ya varias semanas que, a las siete y media de la mañana, Cecilia Zola -madre de Cristopher- comienza su labor en la sede de la Villa Los Lagos. “Luego voy yo y después llegan Joselyn Jeria, Maribel Cifuentes y Rina Ramos a ayudarnos en la preparación de los almuerzos. Romina Ramos y Nicol Leiva, en un carro de supermercado, reparten la comida a quienes no pueden venir a buscarla. Son 150 almuerzos diarios y se entregan hasta en la Población El Progreso y Villa las Américas”, asegura.

La olla común de la Villa Los Lagos, que se inició con el aporte de los propios vecinos que traían lo que tenían (y si es que tenían), llamó la atención de personas de otros lugares. “Ahora que la situación es más compleja, es gente externa y anónima la que nos está ayudando con alimentos para preparar los almuerzos. Es una tarea que hacemos felices. No todos tienen la oportunidad de ayudar y nosotros podemos hacerlo”, comenta.

Comentarios