Dice que su dolor volvió al conocer el caso de la policía que murió en un operativo en Santiago, pero por la bala de otro PDI
LA CALERA.- Buena parte de la historia del inspector de la Policía de Investigaciones Francisco Javier Gutiérrez Olazo, estuvo ligada a La Calera. En la Brigada de Investigación Criminal de la ciudad ejerció su primera destinación, luego de terminar sus estudios en la Academia de la institución en Santiago. Era el menor de cuatro hermanos.
Entonces, tenía sólo 19 años y unos enormes deseos de aprender su labor, en la practica y en la calle, lo que era su vocación desde niño. Su aprendizaje esencial lo hizo en La Calera, donde estuvo a cargo de la investigación de varios casos. Aunque estuvo sólo unos años en la ciudad, donde la dotación cambia continuamente, entre algunos de sus jefes y compañeros se le recuerda.
Luego de adquirir experiencia en la ciudad, Francisco Javier Gutiérrez Olazo partió a vivir a Viña del Mar. Allá se sumó a la Brigada de Investigación Criminal. Con algunos compañeros mantuvo amistad, de la que daban cuentas sus redes sociales.
Pese a que, hasta el último momento, no había huella alguna que señalara alguna desmotivación en su vida o su vocación, el martes 23 de abril de 2019, Francisco Gutiérrez Olazo, entonces de 29 años, fue encontrado muerto, en las inmediaciones del Sporting Club de Viña del Mar y cerca de la Brigada de Investigación Criminal de esa ciudad, en la que se desempeñaba, y en la que ya había ascendido a inspector.
¿SUICIDIO?
El sitio del suceso, con el oficial muerto y su arma de fuego percutada y casi junto a su cuerpo, permitió que, rápidamente, se hablara del suicidio del oficial. Así lo señaló un escueto comunicado público de la Policía de Investigaciones: “De acuerdo con el resultado de las primeras diligencias ordenadas por el Ministerio Público a la Brigada de Homicidios, la causa de la muerte correspondería a un disparo, que el fallecido se habría autoinferido con su arma de servicio. En forma paralela, la institución instruyó un acto administrativo”.
Desde entonces, el caso pareció oleado y sacramentado y la historia del inspector Francisco Gutiérrez Olazo pareció desaparecer de la memoria noticiosa. Sin embargo, la muerte de la detective Valeria Vivanco, quien murió, hace unas semanas, en la capital, en un extraño hecho policial, lo volvió a la palestra.
Es el caso de la joven policía de Santiago, a quien primero se dio por asesinada por dos delincuentes, tuvo un vuelco, cuando las pericias determinaron que el proyectil que la mató salió de un arma de un compañero. Aquella situación, despertó la inquietud por la muerte del inspector Francisco Gutiérrez Olazo, cuya madre y su familia nunca han dejado de pedir que se aclare la muerte del joven policía.
Un informe pericial químico señala que “en las muestras levantadas desde las palmas y dorsos de ambas manos de Francisco Jabier Gutiérrez Olazo, no se detectaron trazas de antimonio, bario y plomo compatibles con residuos producto de un proceso de disparo de un arma de fuego”.
HABLA LA MADRE
La madre del inspector fallecido, Flaminga Olazo nunca ha creído en la tesis del suicidio de su hijo. “Aquí, y lo hemos planteado siempre, que pensamos que ha habido obstrucción a la investigación. No se hizo ninguna indagación mayor y sólo se hicieron algunas pericias a su celular, una alcoholemia, y un examen toxicológico, que llegaron casi seis meses después”.
“También me dijeron que una segunda herida, en la parte baja de una de sus piernas, fue un rebote del balazo en la cabeza. La ropa que llevaba, cuando falleció, no fue periciada y se fue en el ataúd”, agrega Flaminga Olazo.
La madre del inspector Francisco Gutiérrez añade que “luego de unos meses, no hicieron nada más, yo estaba en shock por la muerte de mi hijo, y pensaba que se estaban investigando las cosas que no calzaban con un eventual suicidio. Me he dado cuenta que, difícilmente, encuentre justicia para mi hijo en la tierra. Para mí, esto fue un homicidio, al igual que el de Valeria Vivanco y el del detective que murió en la Araucanía. Esas familias están viviendo lo mismo que yo”.
LA CAUSA SIGUE ABIERTA
Según pudo indagar “El Observador” la Fiscalía de Viña del Mar tiene el caso abierto, a cargo del Fiscal Stefan Kramar Brand, y no está caratulado como “suicidio”. Hasta el momento, la investigación se denomina “Hallazgo de Cadáver” y se encuentra en la etapa final de las diligencias investigativas que buscan determinar las causas del fallecimiento del funcionario de la PDI.
“Con todos esos antecedentes -se agrega en un comunicado del Ministerio Público- se podrá determinar si existe algún delito en su deceso que pueda constituir alguna responsabilidad de terceros. Toda la información requerida por el nuevo abogado querellante de la familia de la víctima ha sido entregada”.
Y ante la inquietud de Flaminga Olazo y su familia de no conocer al Fiscal que lleva la causa de la muerte de su hijo, la Fiscalía de Viña del Mar señaló que, “existe una audiencia pendiente con la familia para informarle respecto de la causa, solicitud que fue acogida por el Fiscal de la causa y que será agendada en los próximos días”.