“Lo dejó tirado como un perro”, dice Ximena González, quien vio cómo el niño fue lanzado a más de 10 metros por una camioneta
LA CALERA.- La peor Navidad de sus vidas fue la que pasaron hace una semana Ximena Macarena González y su pequeño hijo Dylan González de apenas 5 años, quien durante Nochebuena fue atropellado por un conductor que se dio a la fuga.
Según relata la madre de 24 años, en la tarde estuvieron en el centro de La Calera, pero cuando ya era tarde abordaron una micro hacia La Arboleda, en Artificio. Nunca sospecharon que ese corto viaje sería el último que pudieron hacer completamente felices hasta la fecha.
ACCIDENTE
Ximena relató que descendieron del bus a las afueras de la barraca Pedro de Valdivia y en ese momento Dylan se adelantó tratando de cruzar la calle para llegar a su casa. Lamentablemente en ese instante una camioneta color burdeo impactó al pequeño niño, quien salió eyectado por cerca de diez metros ante la mirada desencajada de su madre y transeúntes.
“Vi a mi hijo tirado, con mucha sangre, con la cabeza rota, fue una experiencia terrible, lo dejaron como si fuese un perro, como dejar una bolsa de basura”, comentó desconsolada, alegando que, sin ningún sentido de humanidad, el conductor del vehículo continuó su marcha sin detenerse ni un segundo.
EN BUSCA DE PRUEBAS
Ximena agrega que en ese momento fue a un lugar donde habría cámaras de seguridad que captaron el momento del accidente. “Ya tengo varias imágenes de la camioneta, incluso pude ver que minutos después volvió a pasar por ahí y se detuvo, seguramente venían a ver si acaso habían matado a mi hijo”, dice.
Según la madre, la cámara de la barraca no estaba funcionando al momento del atropello, por lo que no pudo rescatar esa prueba, sin embargo, continuará recopilando antecedentes para apoyar a la Fiscalía y policías para hallar al responsable. “Puedo comprender que por la hora y cómo es pequeño no lo haya visto, pero no lo ayudó y decidió huir, eso es un delito y tiene que ser castigado”, dijo la mamá.
COMPLEJA RECUPERACIÓN
Pese a que el pequeño se encuentra estable y en pleno proceso de recuperación, el fuerte golpe en la cabeza mantiene preocupada a la familia. “Los golpes en el cráneo hay que ver cómo evolucionan, pero no puede jugar tranquilo y llora porque le duele la cabeza, tampoco puede caminar normalmente, le queda un larga recuperación”, cuenta la madre, agregando que el niño también deberá realizarse complejos y costosos exámenes.
