Apareció bajo la lluvia con un short, zapatillas y polerón y se metió a la casa para sacar a la víctima
LA CALERA.- Unos golpes y estallidos hicieron despertar a los vecinos de la Villa Florencia. Era alrededor de la una y media de la mañana y la esperada lluvia caía a cántaros. Una vecina, sobresaltada por los ruidos, salió a mirar por la ventana del segundo piso. Una luz enorme le dio en la cara y sintió el calor de las llamas que casi la alcanzaban.
Entonces dio la alerta de incendio y su marido salió al antejardín. Allí tomó una manguera y comenzó a lanzar agua hacia la casa vecina. En las demás viviendas comenzaron a prenderse las luces y otros vecinos, con sus mangueras de jardín, se unieron a la lucha contra el fuego que devoraba las paredes del hogar de calle Iquique Nº 1513.
Fue en ese momento que un automóvil blanco se detuvo bajo la lluvia y frente a la casa en llamas. Del vehículo bajó un joven que vestía un short blanco, zapatillas y polerón. Sin saber por qué, ingresó al hogar en llamas y, unos segundos después, salió arrastrando el cuerpo de una mujer que estaba dentro del hogar.
La mujer presentaba una herida en el hombro, otra en la boca que sangraba y estaba algo desconcertada. Ella quedó en un costado de la calle, cubriendo su semidesnudez con una frazada que aportó una vecina. Mientras, el joven seguía -junto con los vecinos- luchando contra el fuego.
Cuando llegaron los bomberos el joven se fue silencioso, dando una última mirada a la mujer que se mantenía cubierta por un manto bajo la lluvia que no cesaba. El drama que vivían los vecinos de la Villa Florencia impidió que preguntaran quién era el joven de short y zapatillas que había salvado de las llamas a la mujer, que vivía sola en la casa que se quemaba.
MISTERIOSA DESAPARICIÓN
Ya con los bomberos en el lugar se logró sofocar definitivamente el incendio. Entretanto, alguien llamó a la ambulancia que se llevó a la joven. En la madrugada de ayer jueves, muy pocos de los vecinos pudieron dormir en lo que restaba de la noche, que se desparramaba en lluvia sobre los techos.
Pero, en algún momento, alguien pensó en el joven de short y zapatillas que salvó a la vecina y nadie tuvo una respuesta certera para identificarlo. Hasta ayer, era un héroe anónimo, “un ángel que apareció de repente en la noche”, dijo una vecina. En la mañana de ayer, aún bajo la lluvia, algunos vecinos, ya más calmados, trataban de dar un nombre, pero sin certezas.
Entretanto, trataban de recrear lo poco que sabían de la vecina rescatada del incendio. Recordaban que había llegado hace poco tiempo, que arrendaba la vivienda, criaba perros en el estrecho patio y que, desde hacía unas semanas, no daba señal alguna de vida. Algunos llamaron a la puerta de la reja de su casa y no tuvieron respuesta.
Sus padres, que también llegaron en la mañana de ayer hasta lo que quedaba del hogar, dijeron que ella se llamaba Ivette Vargas Araya y que una doble tragedia familiar, ocurrida hace un tiempo le había afectado profundamente. Hasta el cierre de esta nota, estaba hospitalizada.
Si bien el Laboratorio de Criminalística de Carabineros investiga el caso, de acuerdo al padre de la joven este siniestro pudo haberse ocasionado por la inflamación de un calefactor. Mientras, Ivette Vargas -que es madre de dos niños – trata de recuperarse de sus heridas.
Entretanto, los vecinos buscan afanosamente al joven de short blanco y zapatillas, que sacó a Ivette de las llamas de su casa y ayudó para que el incendio no alcanzar a otras casas pareadas de la Villa Florencia. Por ahora, es un héroe anónimo, que llegó en la madrugada y vestido de futbolista, para exponer su vida por el bien de una mujer que no tenía más alternativas que ser calcinada por las llamas.