Sus amigos de la Segunda Compañía le rindieron un sentido homenaje como es tradición en la institución bomberil
LA CALERA.-A sus 78 años, un derrame cerebral dio fin a la vida de Carlos Paz Núñez, uno de los miembros más antiguos de la Segunda Compañía de Bomberos de La Calera. Proveniente de La Cruz, llegó a vivir a La Calera y a sus 17 años ingresó a la institución.
Su vida fue tranquila, siendo considerado por sus cercanos como un hombre honesto y de mucha disciplina en lo que hacía. Le gustaba salir a recorrer el centro de La Calera, ciudad que amaba y donde formó su familia junto a su esposa, un hijo y un nieto.
Fue hace algunos días que Carlos comenzó a sufrir dolores de cabeza pero, debido al orgullo que lo caracterizaba, nunca quiso ir al médico. El 22 de diciembre salió a celebrar un cumpleaños con amigos y llegó tarde, al día siguiente, dijo sentirse muy mal pero su familia creyó que era producto del trasnoche, situación que continuó los siguientes días.
El lunes pasado, mientras su esposa y nieto volvían de comprar, cerca de las 15:30 horas lo encontraron en el suelo al lado de la cama. Trataron de hacerlo reaccionar pero sin resultados. Minutos después, cuando llegó el médico, informó que Carlos había fallecido. Fue en el Servicio Médico Legal donde recibieron el diagnostico de su deceso: un accidente cerebro vascular con hemorragia.
Carlos Paz fue velado en el cuartel general de bomberos, siguiendo toda la tradición que los voluntarios realizan cuando fallece un miembro honorario. La noche del miércoles, luego de una ceremonia religiosa, los voluntarios hicieron llorar la sirena y con rústicas antorchas y faroles transportaron en caravana el cuerpo de Carlos Paz.
Fue paseado en la carroza por el centro de la comuna, seguido por los carros de bomba, familiares y amigos. Fue sepultado en el cementerio municipal de La Calera, entre lágrimas de quienes compartieron con él en vida.