Joven emprendedor de Los Andes mezcla los sabores y aromas del café italiano con la repostería tradicional

Publicado el at 6:18 pm
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Felipe Medinelli, administrador de Café del Valle, llegó desde Antofagasta hasta Los Andes y se declara fascinado por la ciudad y su gente

LOS ANDES.- Emprender nunca es fácil. Es un camino lleno de riesgos y miedos, para el cual no todos están preparados. Y esto bien lo sabe el joven andino Felipe Medinelli, quien luego de trabajar por varios años en diferentes lugares, decidió dar el salto y aventurarse de forma independiente. Felipe hoy es el precursor de Café del Valle, pero para llegar a este punto de su historia pasaron varios años y anécdotas que fueron forjando su ideal de vida.

A pesar de haber nacido hace 28 años en Antofagasta se siente andino. Esto porque a los 15 años llegó a Los Andes junto a su familia por cambios laborales de su padre, ciudad que hizo propia desde el primer día. Estudió en el Colegio San Sebastián, lugar donde vivió importantes etapas de su vida adolescente. De hecho, con varios de sus amigos de la época estudiantil mantiene el contacto hasta hoy.

Una vez que egresó del colegio ingresó a estudiar cocina internacional en Inacap de Viña del Mar, pero por motivos personales tuvo que congelar sus estudios para trabajar en Los Andes. Fue en esa época donde le tomó el gusto al trabajo de atención de público, lo que lo motivó a retomar sus estudios y a trabajar al mismo tiempo.

 

“CUESTA SALIR DE LO COTIDIANO”

Con el paso del tiempo su proyecto se ha afianzado, lo que le permite proyectarse a futuro con nuevas ideas e incluso soñar con la apertura de una sucursal. Pero al mismo tiempo va paso a paso, intentando descubrir qué prefieren los andinos al momento de compartir un café.

“Los Andes es difícil para emprender pero con esfuerzo y dedicación se puede. El tema pasa porque a la gente le cuesta salir de lo cotidiano, algo que por cierto pasa en todo  Chile”, aseguró.

Otro elemento que destacó el emprendedor andino es cómo las redes sociales han servido de enganche para que la gente llegue hasta su local, ubicado en calle Esmeralda Nº 723. Asimismo, valoró la importancia de la publicidad boca a boca, y como sus clientes satisfechos han recomendado su emprendimiento, asegurando nuevas visitas.

“Los Andes me tiene maravillado. Es una ciudad bellísima para vivir. Mirar un cerro y ver árboles es algo impagable, cosa que en Antofagasta no veía. Y a pesar de que me costó acostumbrarme al llegar, con el paso del tiempo me he encantado con esta ciudad”, concluyó Felipe.

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