Nicolás Maturana, de 25 años, murió baleado tras ser acorralado por tres tipos. Se investigan las causas del hecho
LA CALERA.- El 24 de diciembre, Jaime Maturana Garay estaba celebrando la Navidad junto a su familia. Eso sí, no se encontraba su hijo Nicolás, ya que había viajado a Constitución para visitar a su madre. Él solía quedarse en el sur para trabajar con un amigo, quien tenía cabañas, regresando después con su padre a La Calera.
Ese día se comunicaron para saber cómo estaban. Nicolás preguntó por su hermana, a quien cuidaba desde que ella sufrió un accidente vehicular en La Cruz que la dejó tetrapléjica. Por eso, como buen hermano menor, dedicaba gran parte de su tiempo a hacerle compañía y entregarle cuidados.
Sin embargo, de un momento a otro la vida de Jaime cambió. El domingo, a las 4 de la mañana, este vecino oriundo de la Avenida O’Higgins recibió un seco e impactante llamado. Era la madre de Nicolás desde Constitución, quien le dijo: ¡Jaime, al Nico lo mataron!
LO MATARON A QUEMARROPA
Todo comenzó la medianoche del sábado 26 de diciembre, cuando Nicolás salió a caminar desde la casa de su madre ubicada en el sector de Quinta Gaete. De pronto, cuando se encontraba en una esquina, aparecieron tres sujetos. Solo se sintieron los disparos, uno de los cuales impactó a Nicolás en la zona abdominal. No hubo testigos, ni palabras, ni gritos, ni peleas.
Mortalmente herido, el joven calerano corrió hasta su casa. Al mismo tiempo, su madre -que ya había escuchado los disparos- salió y vio a su hijo correr ensangrentado, mientras los antisociales aun lo perseguían con la pistola en la mano. Nicolás entró a su dormitorio, abrió la ventana y falleció en su cama. Mientras, su madre gritaba: “¡Lo mataste asesino!”.
Los sujetos se dieron a la fuga, siendo capturados horas más tarde en unos cerros de Constitución. De esta forma, fueron formalizados más tarde. Uno de ellos, Felipe Catalán de 32 años, fue sindicado como el autor del delito, por lo que los otros dos acompañantes fueron apuntados como cómplices del hecho.
El suceso causó conmoción en Constitución. “En coordinación con la Brigada de Homicidios de Talca y la Fiscalía de Constitución se realizaron todas las diligencias, logrando atrapar en tiempo récord a los responsables y estableciendo que el joven había fallecido producto de las lesiones provocadas por armas de fuego. El autor tiene antecedentes policiales anteriores”, dijo el comisario Ricardo Mansilla, subjefe de la PDI de la comuna.
El principal imputado conocía a un sobrino adolescente de Nicolás. Por eso, según relató su padre, lo enfrentó en más de una ocasión por temor a que éste indujera al menor en el mundo de las drogas. Lo concreto es que entre Nicolás y este antisocial había discordias.
“NADIE LO SUPO ACÁ EN LA CALERA”
Nicolás estudió en el Colegio Libertador y luego en el Liceo Pedro de Valdivia. En cuanto a lo laboral, su objetivo era continuar trabajando como administrador de las cabañas que su amigo tenía en Constitución. Era un joven entusiasta, trabajador y comprometido con su familia. Hincha acérrimo de Unión La Calera, que fue asesinado a los 25 años.
“No puedo hablar de él sin sentir este dolor -dijo su padre Jaime Maturana Garay a ‘El Observador’-. Ni en mi más oscuro pensamiento pensé que le iba a pasar algo así. Lo protegí toda la vida, me arrebataron una parte de mí. Este tipo era traficante, no entiendo cómo personas así están libres. Me da rabia la justicia. Espero ahora que este hombre no salga más de la cárcel”.
