Busca expandir esta idea hacia otros establecimientos para masificar la preservación de la ecología nacional
QUILLOTA.- Ayer jueves se vivió el primer ‘Acto Medioambiental’ en la Escuela de Lenguaje “Pequeños Artistas” de Quillota, que busca generar conciencia en los niños acerca de temas relacionaron con la preservación del medioambiente, incentivando la preocupación al momento de botar basura para que cada uno de los elementos utilizados en el jardín; ya sea plástico, cartón, o bolsas, sean reciclados en distintos puntos de acopio dentro de la escuela.
La denominada ‘Educación medioambiental’ parte con la base de que en cada una de las salas, posea en su interior un centro de reciclaje. Esto con la intención de que, por ejemplo, si alguno de los niños posee una caja de jugos, luego la deposite donde corresponda.
Dentro del establecimiento se pueden observar distintos puntos de reciclaje, centros de acopio, y sitios para el depósito de desecho orgánico. La primera de ellas consiste en la recopilación de todo el material de cartón (los envases Tetrapak) para el posterior trabajo y uso que se le puede dar a cada uno de ellos gracias a la colaboración de la Organización No Gubernamental (ONG) Ave Fénix, que recibe semanalmente la donación de toda la cantidad de envases juntados en una semana, para transformarlos en objetos de uso para los niños; como por ejemplo el mismo centro de acopio, que consiste en tachos muy similares a los de basura, pero elaborados de cartón para dejar bolsas y botellas.
Es justamente gracias al centro de acopio, que la principal atracción de esta actividad consistía en construir una banca ecológica a base de adobe, una mezcla entre barro y paja, que permitía alinear y afirmar los 671 ‘Ladrillos Ecológicos’ acumulados, que consisten en botellas plásticas rellenas en su interior con todo el tipo de plástico existente, como bolsas y bombillas, para así ir ordenándolas de manera simétrica (como si fueran ladrillos) y crear un nuevo espacio para que los niños se puedan sentar.
Yasmín Villagrán, ecologista, gestora y cabecilla de este proyecto, comentó a El Observador que “ha sido todo muy bonito. Reciclamos prácticamente todo, y esto los niños lo saben desde el inicio. Desde que llegué a esta escuela comencé contando cuentacuentos ecológicos a los niños, pero quería hacer un cambio más práctico” señala. Dentro de esa lógica, fue que propuso a fines del año pasado crear un proyecto que generara consciencia medioambiental en los niños desde muy pequeños. Partió por presentarle a sus colegas lo que había que hacer y desarrollar, para luego recibir inmediatamente todo el apoyo de las ‘tías’ que están en la escuela (como le denominan los niños a sus profesoras) e implementar de manera definitiva este proyecto. “Otra de las cosas que quería, era que nadie gastara un peso, porque no era la idea. Mi idea era que la gente se integrara. Por eso, bajo esa ideología, conseguí el apoyo de muchas empresas de acá y de fuera de Quillota para la donación de muchísimos materiales. Desde un clavo o un martillo, hasta plantas para nuestra propia huertita” agrega la gestora medioambiental.
Los apoderados que asistieron a la escuela se mostraron muy entusiasmados y orgullosos de cómo efectivamente en estos casi 10 meses desde que comenzó a andar esta educación medioambiental, ha logrado generar distintos cambios en sus hijos, llevando estos nuevos hábitos al hogar. Por ejemplo, Michael Valenzuela, apoderado de uno de los pequeños, señaló que gracias a esta iniciativa, le enseñan a él mismo a ser mas cuidadoso a la hora de botar basura. Es tal, que uno de los cambios más llamativos, fue que en su casa ya no hay un sólo basurero, sino que tuvieron que sumar otros dos tachos y pintarlos de distintos colores, para separar el tipo de basura que arrojan en la casa, y así cuidar más los tipos de desechos.
La Escuela de Lenguaje Pequeños Artistas gracias a esta innovadora propuesta, recibió en poco tiempo el apoyo y la certificación del Departamento de Medioambiente del Municipio de Quillota, que en su oportunidad, contó con la capacitación a cada una de las profesoras de la escuela y el respaldo total hacia el jardín para que este proyecto se promueva en otros jardines, y poco a poco se vayan sumando a la preservación de la naturaleza.
