En Huape y Santa Rosa de Colmo, las unidades de emergencias desplegaron veloces operativos para rescatar a los heridos, pero éstos no estaban
Un fin de semana de Año Nuevo bien particular vivieron las y los integrantes de los equipos que atienden las emergencias en la comuna de Quillota. Ello, porque se presentaron algunas emergencias menores, pero algunas de ellas bastante curiosas.
Ello, porque en medio de accidentes menores entre el viernes 31 de diciembre y el domingo 2 de enero, Bomberos, Carabineros, SAMU y la unidad municipal de Protección Civil atendieron en general sólo situaciones menores, como accidentes con daños materiales e incendios de pastizales, por la irresponsabilidad de varios vecinos en cómo usan de botadero el borde del Río Aconcagua.
Pero hubo algo que llamó atención: dos accidentes de tránsito muy graves, donde las personas afectadas simplemente desaparecieron.
El primero de los se produjo el sábado 1 de enero, en las vía rural del sector rural de Huape, pasado el cementerio de Manzanar, hacia la derecha, cerca de las 19:30 horas. Las unidades fueron advertidas de un vehículo blanco que se volcó a un costado del camino. Era esperaba encontrar una o varias personas lesionadas. Al llegar, confirmaron que el accidente había sido grave, pues el vehículo estaba totalmente dado vuelta. Pese a ello, de heridos no había anda. El auto estaba abandonado en el lugar. Tampoco se encontró a gente cerca.
El otro se produjo en el sector de Santa Rosa de Colmo, zona de Quillota que limita con las comunas de Concón, Quintero y Limache. Ahí, otro vehículo menor, igualmente blanco, modelo Sedan, quedo vuelto de campana junto a la vía. Eran las 09:30 de la mañana cuando esa situación motivó la activación de los planes de emergencia, pero, tal como en el otro accidente, los ocupantes del móvil no estaban en el vehículo ni en zonas próximas.
Suposiciones, hay muchas: que conducían bajo los efectos del alcohol y decidieron escapar; que decidieron pedir ayuda a amigos o familiares para llevarlos a sus casas; o cualquier otra cosa propia de la imaginación. Pero está claro que las patentes de los móviles podrían dar las primeras pistas de quiénes son y hacia dónde se fueron las personas que se salvaron de milagro de tremendos accidentes.
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