Roberto Silva Bijit
El alcalde de Pucón (comuna turística con la mayor cantidad de casos activos) se contagió con Covid 19 y le traspasó el virus a su esposa. Los dos fueron internados graves en el hospital, pero ella no resistió y falleció. Como esos casos hay muchos, pero no siempre se saben. Probablemente se hubiera podido defender mejor si hubiera estado vacunada.
En los días que vienen tenemos que movernos para poder recibir la vacuna. ¿Cuál vacuna?, todas las que están aceptadas por el Instituto de Salud Pública de Chile. Muchos personajes no capacitados han expresado su opinión sobre los efectos de una u otra vacuna, generando una desconfianza que no debemos aceptar.
El verdadero tema es que tenemos dos opciones: o nos vacunamos o nos vacunamos. Siempre será mejor estar vacunado que no estarlo. La explicación es sencilla: estando vacunados tenemos más defensas que no estándolo. No podemos hacerle el quite a un tema tan grave. El único resguardo lo deben tener las personas comprobadamente alérgicas, que deben vacunarse y esperar cerca de una hora, para asegurarse que no tengan ningún tipo de reacción.
Como ya sabemos la vacuna se aplica en dos dosis y su uso tiene una metodología de investigación, por eso en ambas vacunas quedará registrada su aplicación y revisados los índices de salud de los que la reciben.
Todo eso porque seguimos investigando sobre el virus y su control, porque las vacunas son parte de complejos estudios clínicos que están en desarrollo y que necesitan de millones de aplicaciones para transformarse en una vacuna completamente probada.
Pero eso no significa que nos quedemos indefensos porque no queremos vacunarnos o que rehusemos un remedio tan importante porque no nos tinca. Eso es absurdo y peligroso.
El gobierno que trata de manejar la pandemia de la mejor forma posible, ha diseñado un interesante programa para aplicar las dosis de vacuna por tramos de edad y en días diferentes. Comenzarán por los mayores de 72 años y tratarán de cuidar a los más mayores, que son el tramo que tiene más fallecidos por el virus.
También es notable que tengamos vacuna, ya que en Europa se ha desatado una guerra de vacunas, después que el laboratorio AstraZeneca entregó solo 31 millones de dosis en lugar de los 80 millones prometidas, las cuales llegarían en el primer trimestre. Este incumplimiento encendió las alertas no solo de los países del Viejo Continente, sino de todo el mundo, donde muchos países asumen que también podrían incumplir sus pedidos.
Lo que pasa es que en Europa habían dispuesto que el 70% de la población estuviera vacunada antes del verano, época en que aumentan los contagios, es decir, antes de junio del presente año, pero el aumento exagerado de los confirmados cambió las cifras y las acciones planificadas para enfrentar la pandemia.
En Chile deberíamos aspirar a una cantidad similar antes del invierno, para evitar que entren en acción otros virus, pero también para seguir protegiendo a la mayoría del país.
Por eso estamos tan seguros que no hay alternativa. Hay que vacunarse y no hacerlo es ponerse en riesgo. Toda esa gente antivacuna será parecida a la gente sin mascarilla. La cantidad de muertos que llevamos no deja espacio para la duda sobre la vacuna. La única certeza es que si nos infectamos podríamos morir, pero si nos vacunamos, podríamos aumentar nuestras defensas.