Carlos Araya, hoy de 69 años, sobrevivió al Covid-19 a pesar de ser diabético e hipertenso
LOS ANDES.- A pocos días de cumplir 70 años, Carlos Araya Salinas recuerda lo difícil que fueron estos últimos cuatro meses, los que pasó internado en el Hospital San Juan de Dios de Los Andes luego de haberse contagiado de Covid-19 en su puesto de trabajo, de acuerdo a sus sospechas.
“Fueron dos meses que estuve en ‘cero’, estaba ido total. Después el médico vino y me dijo que estaba mejor, que ahora yo podía escucharlo y me dijo: ´Tú te nos fuiste tres veces, por 15 minutos. Estábamos con reloj en mano. Nosotros ya estábamos llamando a tu familia, pero reaccionaste’”, contó Carlos, quien sobrevivió al Coronavirus aún cuando padece diabetes e hipertensión.
El día que se sintió mal estaba trabajando, ya que era encargado de sanitizar los carros de supermercado, función que cumplía para una empresa externa. “Ahí me debo haber contagiado, porque de repente me sentí como emborrachado. Me tomaron la presión y tenía 38 y tanto, así que me mandaron para la casa. Allí dejé la escoba porque contagié a mi señora y a mi hijo, ellos tuvieron que hacer cuarentena”, comentó este hombre que de milagro, según cree, hoy puede contar su historia.
LE GANÓ TRES VECES A LA MUERTE
Si bien Carlos no recuerda cómo fue trasladado al hospital, quien sí tiene detalles de esos minutos es el jefe de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital de Los Andes, Dr. Luis Foncea. “Él ingresó a fines de mayo con una neumonía grave a causa del virus. Conforme pasaron los días atravesó distintas etapas, estando incluso en riesgo vital”, explicó el profesional.
La buena noticia es que el pasado viernes 16 de octubre Carlos Araya fue dado de alta, logrando dejar atrás su larga estadía en el centro asistencial andino, reuniéndose nuevamente con su familia y pudiendo, al fin, regresar a su casa en el sector Centenario, Población Emblema Verde.
“He estado bien, gracias a Dios. Ahora me siento bien porque estoy en mi casita, con mi familia, me hacían harta falta. Ellos están contentos de tenerme con ellos, están más contentos que ‘perros con pulgas’”, expresó con alegría este sobreviviente al Covid-19, quien a pesar de haberlo pasado mal, no pierde su sentido del humor.
Por estos días, el tratamiento kinesiológico que se encuentra haciendo este esposo y padre de familia es fundamental para su recuperación motora, ya que estar mucho tiempo en cuidados intensivos hizo que perdiera fibra muscular, condición que hoy lo mantiene en silla de ruedas.
“Ahora estoy recuperándome bien, estoy en tratamiento y tengo que ir a terapia. Me vienen a buscar y me vienen a dejar. Yo ahora no puedo hacer nada porque estoy inmovilizado de la cadera para abajo”, sostuvo Carlos, quien está a solo siete días de estar de cumpleaños, celebración que podrá tener junto a sus seres queridos.
Pero esta alegría no le quita de la mente el deber que siente de advertir a los demás sobre lo terrible que es este virus. “Lo único que pido es que la gente no sea tan confiada y se protejan del Coronavirus”, afirmó