Diana Bastidas tiene 27 años y se enamoró de una calerana a distancia. Tras vivir un año y medio en Quito, decidieron radicarse en nuestro país
LA CALERA.- Diana Bastidas Martínez es una joven ecuatoriana, oriunda de Quito, que lleva poco más de dos años viviendo en nuestro país. En su tierra natal estudiaba leyes, algo que decidió abandonar para venirse a Chile, aunque está en sus planes retomar sus estudios en un plazo no muy lejano.
Hasta ahí su historia es muy similar a la de muchos inmigrantes, pero la verdad es que esta joven de 27 años no se vino a Chile en busca de mejores horizontes laborales o económicos. Diana Bastidas se vino a Chile, y a La Calera, por amor.
La historia comienza así. En octubre de 2014, sus amigas la inscribieron en un sitio de citas por Internet para que conociera a alguien. Un día cualquiera recibió en su perfil el contacto de Mónica Lobos Olivares. A partir de ahí comenzó una verdadera aventura que terminó años después con la pareja viviendo feliz en La Calera.
Pero esta historia no estuvo exenta de dificultades y una serie de detalles que la hacen más entretenida. “Al comienzo nos conocimos por Internet y ella (Mónica) era súper desconfiada, hasta el último momento me hacía muchas preguntas como para confirmar que al otro lado la persona que hablaba era de verdad. Conversamos cerca de cuatro o cinco meses por WhatsApp, hasta que llegó el momento de conocernos”, recuerda Diana Bastidas.
Confesó que su padre tenía un mal concepto de los chilenos en general, por lo que al principio tenía sus dudas sobre la relación, algo que ahora cambió totalmente. “Eso es lo más hermoso”, comentó con alegría.
En ese tiempo, Diana sufrió un accidente automovilístico en su país, algo que hizo que Mónica decidiera viajar hasta Ecuador y así conocerse en persona. Lo que supuestamente sería un viaje de una semana, terminó convirtiéndose en un año y medio de permanencia. “Mónica quedó encantada con Quito, además pudo trabajar, así que además de nuestra relación, ella decidió quedarse”, comentó la joven ecuatoriana.
Un tema familiar obligó a esta pareja a venirse a Chile, viaje que tampoco estuvo libre de situaciones complejas, pues compraron los pasajes aéreos con anticipación en una agencia de viajes, la que a una semana de volar a nuestro país, las timó con el dinero invertido, obligándolas a viajar en bus hasta La Calera. Cinco días de viaje por tierra demoraron Mónica, Diana y el pequeño hijo de esta última.
FELIZ EN LA CALERA
Un 5 de diciembre de 2016 llegó a Chile esta pareja, que luego de vivir algún tiempo en Santiago y Puerto Montt, decidió afincarse en La Calera hasta el día de hoy. “La verdad es que no cambio La Calera por nada, me encanta la ciudad y su gente amable y cordial. Es una ciudad linda, acogedora y se encuentra de todo”, señaló Diana Bastidas, quien trabaja en el área de alimentación de la Clínica Los Leones, aunque su sueño es poder volver a estudiar Derecho en nuestro país.
Diana cuenta que en La Calera, ella y su pareja, en general han podido vivir su amor libremente, sin cuestionamientos ni discriminaciones.
“En Ecuador nunca hubo problemas, haya hay más mente abierta y otra manera de pensar. Acá quizás sí es un poco más difícil, porque a mi hijo los compañeros le dicen cosas en el colegio, pero él ha sido criado de una manera que le permite sobrellevarlo. A veces la gente tienen un concepto cuadrado respecto a las lesbianas”, confesó Diana Bastidas.
Esta joven ecuatoriana relató que junto a su pareja de 40 años desean formalizar legalmente su relación, pero por ahora no lo han podido hacer. Aseguró que, si fuera por ella, se quedaría a vivir por siempre en nuestro país. “Mi pareja está un poco desilusionada con Chile, pero yo estoy súper agradecida. Me han llegado muchas bendiciones, me ido muy bien y no me puedo quejar”, concluyó.
