La serie Heartstopper de Netflix rompe con los estereotipos que suelen mostrar el cine y la TV. Así lo creen una psicóloga, una periodista, una joven bisexual y un joven gay, que conversan con Reportaje PM de Observador.cl
Desde que se estrenó por las plataformas de Netflix, el 22 de abril del presente año, la serie “Heartstopper” no ha parado de conmover a la audiencia. Principalmente, por su manera positiva de tratar el descubrimiento y la aceptación de la orientación sexual en la adolescencia.
Según sus realizadores y la crítica, esta producción inglesa viene a enseñarnos que las representaciones de personas LGTBQI+ pueden ser más que los estereotipos caóticos o sobresexualizados; y que la contención, la ternura y la responsabilidad afectiva son lugares que todas las personas pueden habitar.
¿De qué trata “Heartstopper” en Netflix?
Heartstopper es una serie británica de romance juvenil, dirigida por Euros Lyn (dirigió episodios de series como Doctor Who, Sherlock y Black Mirror). Está basada en la novela gráfica del mismo nombre, de Alice Oseman, quien además fue guionista en la producción audiovisual.
La trama cuenta la historia de Charlie, un chico abiertamente gay que se enamora de su compañero Nick, que está descifrando su bisexualidad. También, dentro del círculo de amistades se encuentran personajes trans, como Elle; o lésbicos, como Tara.
¿Por qué hay que ver “Heartstopper”?
La psicóloga chilena Francisca Burgos Collado, experta en temas de género y diversidad sexual, “Heartstopper” es una serie que deberían ver tanto personas LGTBQI+, como quienes no se identifiquen con la comunidad; por las siguientes razones:
- “Hemos visto muchísimas historias románticas entre 2 hombres que tienen tono de tristeza, drama, discriminación, homofobia y violencia. Ésta es una historia como la vida misma, que tiene sus complicaciones, pero por sobre todo muestra el amor entre dos hombres de una forma dulce, tierna y sana”.
- “Hay un reconocimiento de la orientación sexual llena de contención, con una madre que dice lo que cualquier persona quisiera escuchar en un momento como ése”.
- “Es ideal para padres, madres o cuidador de un preadolescente, por el refuerzo positivo que emite”.
Rocío Gatica (Quilpué) y el descubrimiento de su bisexualidad
Reportaje PM de Observador.cl fue tras historias locales que se asemejan a esta narración de Netflix. Y también sobre los sentimiento que les ha generado esta serie y cómo entenderla.
Rocío Gatica Urra es de Quilpué. De alguna manera, los personajes de “Heartstopper” le han hecho recordar los primeros indicios sobre la bisexualidad, cuando tenía 15 años.
“El proceso de descubrir mi orientación sexual fue bastante intenso y largo. Siempre crecí con la idea de que la heterosexualidad era la única posibilidad y era lo que estaba bien, y todo lo que salía de eso estaba mal, incorrecto. Me sentía desconfigurada y con culpa”, cuenta la quilpueína.
Su proceso de descubrimiento culminó a los 21 años, luego de pasar por distintas dudas: “En mi adolescencia me definí como homosexual, pero después me di cuenta que no, que esto iba y venía y que no podía estar segura de mi homosexualidad
“No se hablaba tanto de la bisexualidad, porque no estaba tan sobre la mesa. Finalmente lo logré, y puedo decir que soy bisexual”, comparte Rocío.
Para ella, como para muchas otras personas, el apoyo familiar no estuvo exento de discusiones cuando decidió contar a su madre y padre sobre su orientación sexual.
“Al principio fue muy difícil, sobre todo con mi mama. No recibí apoyo de su parte a los 17 años, cuando tuve mi primera ‘salida de closet. De hecho, me llevaron al psicólogo para que se me pasara. Claramente no sirvió de nada. El tema quedó ahí y no se habló más“, cuenta.
“Hace 2 años pude hacerlo de manera tranquila, siendo honesta con lo que sentía, declarándome bisexual ante mi familia. Costó, pero hemos tenido conversaciones maduras con mis padres, sobre todo con mi madre, que comprende y respeta mi opción”.
“No se hablaba tanto de la bisexualidad, porque no estaba tan sobre la mesa. Finalmente lo logré, y puedo decir que soy bisexual” (Rocío, Quilpué, conversando sobre “Heartstopper”
Rocío comenta a Observador.cl que la bisexualidad tiene el prejuicio social de obligar a escoger entre heterosexualidad u homosexualidad.
“Me gustaban las mujeres, pero no me dejaban de gustar los hombres, entonces yo misma me reprendía, y me decía que cómo me iban a gustar los dos: tienes que decidir. Había todo una presión social de cómo vas a hacer bisexual. ‘No te puede gustar todo’, parecían decir. Yo igual me ponía esa presión. Está el prejuicios de que ‘te gusta todo’, de ser promiscuo”, confiesa.
Hablando sobre la serie de Netflix, Rocío comenta que, en su caso, las representaciones de ficción de la bisexualidad casi no existían en su adolescencia. Ahora dice que las hay, pero con muchos estereotipos y personajes sobresexualizados, cuando en la vida real eso no es así.
“Aborda súper bien el proceso de exploración sexual que se puede vivir a esa edad. En las representaciones convencionales todo suele ser vergonzoso, dramático, todo es acabo de mundo y en Heartstopper muestra la contención. Rompe con los estereotipos de relaciones tóxicas. Es un buen refuerzo, porque habla de relaciones afectivas, de la exploración sexual, que son puntos importantes para la juventud y para la adultez también, por si no se ha cuestionado”, concluye Rocío sobre su visión de la aclamada serie.
Bastián Córdova (Villa Alemana): “Headstopper rompió con los clichés”
Bastián Córdova Lemus es un joven de Villa Alemana. Tiene 24 años y es gay. Para él, la serie “Heartstopper” vino a romper con los lugares comunes sobre la adolescencia, que se mostraron en otra series, como “Euphoria” o “Elite”, donde las relaciones suelen ser tóxicas.
“La temática es buenísima. A mucha gente le generó melancolía, porque no todos tuvieron una madre como la de Nick, que lo apoyó al tiro. O un enamoramiento tan bonito. La sentí revolucionaria. ¡Basta de que las series y películas LGTBQ+ sean dramáticas!. La vida ya lo es, pero todos necesitamos de un espacio de ternura”, dice Bastián.
“Siempre en las películas de estema terminan tristes, con familias homofóbicas, con muertes, con VIH. Al final lo que eso transmite es que ser parte de la comunidad es caótico. A veces lo es. Pero se sobrelleva. No es necesario el refuerzo negativo”, expresa.
Exageración de personajes LGTQI+ en series y el cine
Un estudio realizado por la periodista Elena Crimental señala que los estereotipos abundan en las representaciones LGTBQ+, que terminan por reforzar al gay amanerado, a la lesbiana masculina (o femenina pero con el fetiche sexual que consume el hombre heterosexual), y la bisexualidad lasciva.
Detalla que en las series la presencia de personajes bisexuales es de un 28%. En el cine es de un 14%, pero el tratamiento se inclina por una sobresexualización, como por ejemplo el caso de Oberyn Martell y Ellaria Arena, en Juego de Tronos.
Aquí es cuando reluce el ejemplo de “Heartstopper” respecto a la visibilidad de la bisexualidad fuera de la sexualización, ya que muestra que su descubrimiento es un proceso integral, natural y con altos y bajos.
“Aparecen las principales confusiones y complejos que suelen aparecer ante esta orientación”, agrega la psicóloga Francisca Burgos.