Yohana Herrera y Yanira Flores cuentan cómo pasaron de las aulas a ser formadoras en este liceo que cumplió 113 años educando en Los Andes
LOS ANDES.- Yohana Herrera y Yanira Flores son docentes del Liceo Técnico Amancay y se desempeñan en el área de gastronomía; una como profesora y la otra como encargada del taller de producción. Lo particular de sus historias es que ambas están íntimamente ligadas con esta institución educativa, y no solo por su presente laboral, sino porque fue en este mismo lugar donde se formaron como alumnas. Las mismas salas de clases en las que imparten conocimientos fueron donde adquirieron sus herramientas para enseñar, por lo que el aniversario del liceo fue una fecha especial para ellas. Incluso, y debido a su especialización, fueron las encargadas de uno de los regalos más significativos: una torta gigante de cumpleaños, que representa la historia de 113 años del establecimiento, que antiguamente era conocido como Escuela Técnica.
Fueron dos días de trabajo, tras los cuales nació un enorme pastel, del que podían comer 600 personas.
Aunque la idea fue del director del plantel educativo, Jorge Iturra, las realizadoras de esta propuesta fueron ambas profesoras, junto a sus estudiantes, quienes atesoran un especial cariño por el liceo que las vio crecer y ahora es testigo de cómo forman a las nuevas generaciones.
DE LA ASISTENCIA SOCIAL A LA GASTRONOMÍA
Yohana es oriunda de Calle Larga, y estudió su educación básica en la Escuela de San Vicente, para luego llegar en 1987 al Liceo Técnico Amancay. Según reconoció la docente, en primera instancia quería estudiar técnico en Trabajo Social, pero gracias a los talleres vocacionales se dio cuenta que lo suyo era la Gastronomía, por lo que siguió la rama de Alimentación y Administración de Servicios.
“Era buena alumna, conversadora eso sí”, recuerda riendo, quien añadió que la decisión de cambiar de carrera fue básicamente por la posibilidad de crecer en la gastronomía, además de la amistad que desarrolló con sus compañeras.
Al egresar en 1991, hizo la práctica en la misma institución, por lo que con el paso del tiempo quedó como profesora titular.
“Como en esa época había programas de capacitación, me mandaron a estudiar para sacar la Pedagogía. De esta forma, pude formarme como profesora y construir mi carrera con el paso del tiempo. El desafío que enfrento como profesora es que, al ser un establecimiento municipal, siempre hay carencia de recursos. Afortunadamente, gracias a varios proyectos hemos logrado avanzar y entregar las herramientas necesarias a nuestros alumnos”, cuenta.
LARGA CARRERA ANTES DE ENSEÑAR
Yanira también estudió en Calle Larga, en la Escuela de La Pampilla. Ingresó al liceo en 1989, ya que siempre tuvo la motivación de estudiar una carrera técnico profesional. Eso sí, clave fue la visita de una delegación de alumnos del liceo a su escuela rural, donde representantes de las distintas especialidades expusieron los detalles de las áreas de estudios. Allí, quedó fascinada con la Gastronomía.
Con solo dos años de diferencia, Yanira fue alumna de Yohana mientras esta última realizaba labores como docente en práctica, sin sospechar que años después serían compañeras de trabajo. Eso sí, sus carreras fueron totalmente diferentes hasta convertirse en colegas, ya que la actual encargada del Taller de Producción pasó por varios otros empleos hasta llegar al liceo andino, en 1998.
“Nosotros vemos reflejado a nuestros hijos en estos niños, por lo que damos todo de nosotras para que tengan un mejor futuro y que su estadía en este establecimiento sea de lo mejor. Gracias a Dios nuestros alumnos son reconocidos afuera, ya que no sólo velamos por lo pedagógico, sino también por el valor humano”, afirma Yanira Flores.