Anticuario limachino tiene cientos de piezas como muebles o relojes que datan incluso del siglo pasado
LIMACHE.- Desde que era niño Hermann Mühlhauser se sintió fascinado por las antigüedades. En casa de una tía, en Olmué, pasaba horas y horas mirando aquellos objetos que parecían traídos de otra época. Esto lo motivó a investigar e incluso se hizo conocido entre sus vecinos por comprar y vender cosas que encontraba en las ferias libres.
Ya con 18 años y tal como comentó, “empecé a trabajar de manera más formal y aprendí sobre restauración. Recuerdo que comencé con un par de puertas y un barril hasta que todo comenzó a crecer”. A la fecha lleva más de 25 años vinculado a este rubro, trabajando en una casa ubicada entre avenida Palmira Romano Norte y calle Riquelme.
Allí almacena una rica colección, que incluye objetos tan diversos entre sí como muebles de finas maderas -con más de 100 años- o pequeñas tazas de porcelana que datan del siglo pasado. Incluso, entre éstas hay una chapita original de la campaña del NO de fines de los 80.
Al interior de este lugar se respira historia. Cada objeto allí presente la tiene, ya sea por su fabricación inicial o los múltiples dueños que tuvo antes de llegar a este pequeño rincón de Limache.
Hermann reconoce que esta es su pasión, ya que a pesar de haber estudiado una carrera técnica ligada a la administración su tiempo lo dedica a la compra y venta de antigüedades. “El Observador” recorrió el lugar, a fin de conocer cuáles son los objetos más valiosos y extraños que están a la venta.