Fiscalía confirmó identidades de nuevas víctimas del “Asesino del Tambor”

Publicado el at 03/09/2024
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Madre e hijo estuvieron 30 años enterrados en la misma vivienda donde fue encontrado el cuerpo de Ámbar Cornejo

VILLA ALEMANA.– La tarde de este lunes, la Fiscalía de Villa Alemana entregó los resultados de las pericias de ADN efectuadas en los dos esqueletos encontrados enterrados en el domicilio del que fuera el conocido “psicópata del tambor” Hugo Bustamante.

Según informó Osvaldo Basso, fiscal jefe de Villa alemana, las pericias efectuadas por el servicio médico legal de Santiago permitieron identificar con exactitud los restos de Elena Hinojosa y Eduardo Páez, quiénes habían sido víctimas de Bustamante por el año 1996.

Cabe mencionar que el pasado 7 de junio se realizaron las excavaciones en la vivienda ubicada en calle Covadonga 641 de de Peñablanca; la vivienda donde fue hallado en agosto de 2020 el cuerpo desmembrado de la adolescente Ámbar Cornejo. En el lugar, se encontró a los otros dos cuerpos enterrados.

La confesión del asesino

Los antecedentes apuntan a que desde la cárcel, donde se encuentra cumpliendo condena por el crimen de Ámbar, Hugo Bustamante confesó en el contexto de una entrevista realizada por la periodista Ivonne Toro de Ciper, los nombres de Elena Hinojosa y Eduardo Páez, madre e hijo desaparecidos el año 1996.

Tras ello, comenzaron las indagaciones sobre lo ocurrido y finalmente Bustamante confesó que había dado muerte a estas dos personas, entregando además la ubicación exacta de donde enterró los cadáveres, por lo que, en coordinación con Fiscalía, la PDI efectuó los movimientos de tierra hasta dar con los dos cuerpos,  que fueron hallados en forma de reducción esquelética  y en un foso ubicado a solo 3 metros del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Ámbar Cornejo.

Se conocieron en la cárcel

Los antecedentes recopilados dan cuenta que mucho antes del primer crimen por el cual se hizo tristemente famoso, Bustamante habría cometido lo que sería su primer doble asesinato.

Según se informa, en los 90’s Bustamante estaba en prisión cumpliendo una condena de 10 años por una seguidilla de robos con fuerza, de los cuales solo cumplió 6 de prisión efectiva, saliendo con el beneficio de libertad condicional. En su estadía preso, conoció a otro reo de nombre Eduardo Páez, con quien siguió en contacto luego de que ambos salieran en libertad. En estas visitas conoció a la madre de Páez, Elena Hinojosa y se presume que Páez habría tenido líos de dinero con Bustamante cuando desapareció junto a su madre, Elena.

En la oportunidad, hubo una denuncia por presunta desgracia por parte de la familia, donde detallaron que la última persona en verlos con vida había sido Hugo Bustamante. A raíz de esto, hubo una declaración de Bustamante dando cuenta de que Páez habría estado supuestamente secuestrado y que él contactó a Elena Hinojosa para buscar una forma de liberar a su hijo. Pero tanto Páez como su madre nunca más aparecieron ni hubo indicios de su paradero, por lo que la investigación se encontraba archivada.

Así pasaron casi 30 años y otros dos brutales crímenes de manos de este asesino, para que desde la cárcel entregara la inquietante información del paradero de estas dos personas, a solo 3 metros de donde enterró el 2020 el cuerpo de Ámbar. 

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