Insisten que tardaron 1 semana en tomar vital examen cuando fue hospitalizado por una hemorragia. Hospital asegura haber dado todas las atenciones necesarias
VILLA ALEMANA.– Rubén Heraldo Mora Panez, era padre de cinco hijos y vivía junto a su madre en el sector de Huanhualí, en el paradero ocho de Villa Alemana.
Era aficionado a la pesca y su pasión eran las plantas, pues desde muy niño prácticamente vivía en el vivero de sus padrinos, donde aprendió paisajismo y encontró el feliz oficio que le daría el sustento como jardinero, con clientes desde el Cerro Castillo de Viña del Mar, hasta las parcelas del sector oriente de Villa Alemana.
A sus 61 años y pese a que tenía algunas afecciones como psoriasis y artritis reumatoide, trataba de hacer una vida normal, donde ayudaba con el cuidado de su madre postrada y daba vida al hogar, manteniendo sus árboles frutales, flores y plantas que tanto disfrutaba su familia.
Sin embargo, cuando llegó al Hospital de Quilpué a inicios de abril por una hemorragia digestiva, nunca imaginó que este sería el lugar donde daría su último suspiro. Incluso desde el interior del recinto grabó algunos videos donde decía que estaba “tirando pa’ rriba” y que pronto estaría con su gente.
Pero eso no ocurrió. Rubén falleció la madrugada del domingo 20 de abril, tras una serie de sucesos que su familia busca esclarecer, pues denuncian que en el recinto tardaron demasiado para tomarle una endoscopía inicial, que habría arrojado con precisión el diagnóstico para un oportuno tratamiento, el cual habría salvado su vida.
“El llegó y estuvo siete días esperando una endoscopía, pero no hicieron los protocolos necesarios. Una doctora me informó que por ley, cómo él llegó, tenían 72 horas para hacerle la endoscopia para ver qué tenía su cuerpo y no se hizo. El día 7 hizo un nuevo sangrado y ahí lo entubaron, seguía en la UCI y cuando tuvo una mejoría recién le hicieron la endoscopía, pero lo que no me explico es que de la UCI lo hayan enviado directo a la casa el 15 de este mes”, detalló Jaqueline Mora, hermana de Rubén.
El 19 de abril a Rubén le vino una nueva hemorragia y acudió nuevamente al hospital, donde falleció al día siguiente: “su cuerpo no lo resistió y tuvo un paro cardiorrespiratorio, el papel que me dieron dice de un shock hemorrágico, pero la duda siempre será que si hubieran diagnosticado a tiempo con la endoscopía, el aún estaría con nosotros”, lamentó su hermana.

La familia debió además soportar otra situación con la entrega del cuerpo: “No podíamos retirarlo porque la puerta de la morgue estaba cerrada y la persona que tenía la llave se había ido a su casa. Tuvimos que esperar más de una hora para que recién pudieran abrir la puerta y llevarnos el cuerpo de mi hermano”.
Rubén fue velado en una capilla evangélica de Villa Alemana y sus funerales se realizaron el lunes 21 en el cementerio Parroquial de El Belloto, en medio de la incertidumbre y el dolor de una familia que ahora busca respuestas y se está asesorando con un abogado para eventuales acciones legales.
“En este caso hay una familia que tiene serias dudas respecto del proceder médico y clínico del hospital en cuestión; razón por la cual una vez que se analice los antecedentes deberá determinarse si cabe la posibilidad de presentar una querella criminal”, expresó el abogado de la familia Jorge Suez.
HARÁN AUDITORÍAS
Consultados por los hechos, desde el Hospital de Quilpué informaron que se ordenó una auditoría clínica “para evaluar detalladamente todo el proceso de atención del paciente” y también una auditoría interna por el retraso en la entrega del cuerpo.
Aclararon que, desde su ingreso el 1 de abril, “la atención médica brindada se realizó conforme a su condición de salud, utilizando para ello todos los recursos humanos, clínicos y terapéuticos para su tratamiento”.
“Se mantuvo estable durante su hospitalización, y tras un evento de sangrado, se le practicaron múltiples atenciones intensivas, junto con el estudio endoscópico que reveló su diagnóstico al cual se le dio tratamiento”, detallan, agregando que tras comprobar el término del sangrado, se le dio el alta médica, con indicaciones de seguimiento.
“El día 19 de abril, el paciente reingresa debido a un nuevo episodio de sangrado digestivo producto de su diagnóstico previo y factores de riesgos asociados. Se desplegaron una serie de atenciones que permitieron su estabilización en la Unidad de Emergencia, quedando nuevamente hospitalizado. No obstante, en las horas posteriores, presentó un evento hemorrágico masivo, extremadamente complejo, que impedía la realización de un tratamiento endoscópico, centrándose todos los esfuerzos en su estabilización con apoyo de múltiples terapias intensivas. Pese a ello, su grave cuadro derivó en su fallecimiento en la Unidad de Paciente Crítico”, informaron desde el recinto.
Finalmente, el doctor Diego Tovar, jefe de la UCI del Hospital de Quilpué, informó que el equipo clínico generó todas las condiciones necesarias para el acompañamiento a su ser querido al momento del fallecimiento y posterior a él.
“En todo momento se tuvo a la vista el alivio y el confort del paciente. Nos preocupamos de ponerlo en contacto con la familia en la misma madrugada en que el paciente se descompensó”, puntualizó el profesional.