Leonardo Vera, especialista en Cs. de Recursos Naturales de la UNAB, recomienda preparar los huertos para la próxima estación con diferentes técnicas y elementos, dentro de los que destacan: compostajes, guano y microorganismos.
Llega la primavera y la naturaleza comienza su ciclo de renovación. Sin embargo, antes de la siembra viene la preparación de los suelos. Para ello, el Dr. Leonardo Vera, agricultor ecológico y especialista en el programa de Ingeniería Ambiental de la U. Andrés Bello, explica que esta época es “el nuevo despertar después del descanso y, por ello, es importante un buen desayuno”.
Con esta analogía, el experto indica que, durante este período, la agricultura se reactiva gracias a la mayor cantidad de horas de sol y más calor. Es el tiempo de la siembra de la huerta de primavera-verano, por lo que el suelo debe estar en buenas condiciones para recibir las semillas.
“Hay que considerar que las semillas son como un embrión, que hay que cuidarlo mucho. Por eso el suelo debe estar blando, mullido, bien aireado y humectado. También debe estar abastecido con los suficientes nutrientes, tener mucha materia orgánica y microbiología, como, por ejemplo: tierra de hoja, abono bocashi, humus, ensilaje de microorganismos de montaña y harinas de roca”, detalla.
Asimismo, Vera indica que, al iniciar las siembras, éstas se deben cuidar y proteger constantemente al comienzo. Al igual que una guagua recién nacida. Luego, se puede ir dejando el cuidando de forma más prolongada.
“La semilla crece de a poco y debe estar en un suelo bien preparado y en buenas condiciones. Si se planta una semilla en un suelo que no posee estas características, la germinación es menor y también la emergencia sobre el suelo. Finalmente, el vigor también puede afectarse. Salen con poca fuerza, porque el brote se ve estresado y no posee un ambiente apropiado. Está desnutrido y debilitado, sin lo que necesita para un buen desarrollo temprano. Esto inevitablemente afecta la cantidad y calidad de las cosechas”, explica.
Recomendaciones para una buena siembra
Para preparar el suelo de forma eficiente, el académico de la Facultad de Ciencias de la Vida de la UNAB, recomienda considerar los siguientes consejos:
- Quienes se dediquen a la agricultura, deben considerar que realizarla de forma eficiente incluye medios y trabajo. En el campo se debe utilizar los residuos, tales como: guano, restos de poda, desechos de frutas y/o verdura como los del hogar y los de la industria de alimentos, restos de faenas agrícolas. Todo esto es materia prima, y son elementos clave para alimentar el suelo.
- Es importante incluir el aporte de materia orgánica, microbiología y abonos en general. Todo esto permite nutrir la tierra y que esté en buenas condiciones bio-ecológicas para recibir la semilla de primavera o almacigo y asegurar las condiciones para un buen desarrollo.
- De forma preventiva considere monitorear las plagas. Si aparecen, es conveniente aplicar lo antes posible algún bio preparado como los caldos sufocálcico o bordelés.
- Tenga en cuenta, que, si tiene gallinas, debe acomodar sus nidos en los gallineros. Tenerlos limpios y acolchados. Esta es la época en que comienzan nuevamente a poner huevos, después del descanso invernal.
- Para la siembra es importante hacer la diferencia entre la siembra directa y la de almácigo. La primera se hace directamente en el suelo (previamente preparado) y la segunda en un almaciguera de cualquier tipo. Solo se usa almácigo para semillas caras y pequeñas, tales como: tomate, ají, pimentón, flores, nunca para cultivos de raíz como la zanahoria.
- En la siembra directa, la semilla debe sembrarse a una profundidad equivalente al doble de su diámetro, como norma general.
- Para el manejo de árboles frutales, hay que considerar que necesitan abundante luz, porque ésta induce la formación de flores y frutos. Por ello, es importante podar aquellos arboles aledaños que dan sombra a los brotes.
- Considerar los escases hídrica. Para ello, se recomienda que su suelo tenga un mulch o cobertura de suelo; por ejemplo, hojas de árboles secos, ramas chipeadas o cualquier material madoroso. Este “colchón” tiene un efecto de mantener por más tiempo la humedad en el suelo. Se evapora menos agua y se puede regar con menos líquido. Esto también beneficia al suelo, protegiéndolo y generando mejores condiciones de vida para microorganismos y pequeños animales (como las lombrices, entre otros).
- Poner atención con el riego. Es importante revisar todas las instalaciones de regadío para no perder agua y evitar las filtraciones. Revisar canales, cintas, mangueras, goteros bombos, etc.
- Un tema importante es mantener corto el pasto y sacar las ramas secas para disminuir la posibilidad de incendios en verano. Más avanzada la primavera ya es tarde.
- Asimismo, no olvidar hacer y mantener los cortafuegos sin material combustible.
Bonus extra: Para lograr nutrir bien los suelos, Leonardo Vera, entrega algunas recomendaciones que permitirán realizar una buena siembra y un buen cultivo en esta temporada.
- Mulch: Disponer 2 kilos por M2 (cobertura de suelo).
- Abono bocashi: Esparcir 1 a 2 kilos por M2 (idealmente nunca sin mulch).
- Ensilaje de microorganismos del montaña: Utilizar 200 gramos por M2.
- Harina de roca: Ocupar entre 400 y 800 gramos por M2.
- Biol (biofertilizantes líquidos tipo super magro): Para alimentación de la planta aplicar al 5% diluido con agua. Cada 20 litros de agua diluir 1 litro. Aplicar en luna creciente bien temprano en la mañana, o bien tarde en la tarde.
- Caldo sulfocálcico: Aplicar al 5% (igual que el biol) en caso de presencia de plagas como: pulgones, trips, chanchitos blancos, escamas, conchuelas o similares