Él y su familiar, acusados de participar en dos robos, quedaron con la medida cautelar de prisión preventiva.
CONCÓN.- Este viernes 14 de marzo se realizó la audiencia de formalización de dos hermanos, Lorenzo Rojas Amigo y Alejandro Rojas Amigo, por su presunta participación en el robo con violencia de material de guerra. Este delito ocurrió en la madrugada del jueves 27 de febrero en el Fuerte Aguayo, propiedad a cargo de la Armada de Chile, en Concón.
Los asaltantes encañonaron a las personas que ejercían como vigilantes mientras estaban en su turno de descanso y se robaron dos fusiles de guerra, con municiones de fogueo y reales, entre otros objetos.
Los formalizaron por dos delitos, el robo con violencia de armamento de guerra y un robo calificado contra un conductor de aplicación, al que le arrebataron su vehículo empleado para trabajar. Este automóvil habría sido el utilizado por los ladrones para cometer el robo en el Fuerte Aguayo y para escapar.
Así fue el violento robo en el Fuerte Aguayo de Concón
Pasaron 12 días desde la comisión del ilícito, hasta que finalmente el trabajo investigativo de Carabineros con el Ministerio Público permitió posicionar y detener a los presuntos autores del robo.
Los dos hermanos llegaron al Fuerte Aguayo acompañados de dos sujetos, que serían presuntamente de nacionalidad venezolana y que aún no han sido detenidos. Los cuatro individuos arribaron al Fundo El Jazmín, donde está el Fuerte Aguayo, a bordo de un vehículo que le robaron previamente a un conductor de la aplicación Uber en el cerro Barón, en Valparaíso.
Una vez en el lugar, los sujetos accedieron a la zona de descanso de los funcionarios que hacen vigilancia en el recinto, realizaron disparos y rompieron los vidrios del recinto. Apuntaron con armas de fuego a los dos vigías, un cabo y un soldado, los intimidaron, golpearon y reducieron. Mientras lo hacían, uno de ellos le dijo: “No mires, cosaco culiao, sácate la ropa” (sic), exigiéndole que se sacara el chaleco antibalas, que posteriormente se llevaron los ladrones.
Fiscalía: “Tenían conocimiento del lugar del asalto, siendo un fundo bastante grande”
Los sujetos lograron robar dos fusiles SCAR-L, de origen belga, con dos cargadores en cada uno de los fusiles. Dos cargadores tenía dos tiros de salva o fogueo y los otros dos cargadores tenían 10 tiros cada uno, de calibre 5.56 mm. Sustrajeron también dos cascos balísticos, chalecos antibalas y especies personales de los funcionarios de guardia.

Otra de las frases que usaron para intimidar a los funcionarios fue: “Cállate conchetumadre o te van a poner un agrado (sic). “Eso significa, en jerga marina, una anotación en la hoja de vida. Esto lo habría dicho presuntamente Lorenzo Rojas Amigo, que fue infante de Marina de la Armada hace años y que renunció a la institución, según manifestó, en busca de mejores perspectivas económicas.
Fue esta manera de hablar, de uno de los asaltantes, lo que llamó la atención de la policía una vez que se inició la investigación.
“Atendidas las menciones que hicieron a las víctimas, toda vez que el mismo día del robo se hizo una reconstitución de escena, donde llamaba la atención en primer lugar el conocimiento del lugar, ya que el fundo es bastante grande y de la ubicación del sitio de descanso; el horario en el cual descansan quienes realizan vigilancia en el lugar, los golpes y las menciones, lo que dan cuenta de una persona con conocimiento de la formación militar“, explicó en la audiencia Sergio Moya, Fiscal ECOH Valparaíso.
Hallaron los fusiles entre los matorrales de un cerro de Valparaíso
La motivación detrás del robo habría sido vender el armamento militar, debido a que su precio en el mercado ilegal, el precio de cada fusil podría sobrepasar los $18 millones de pesos.
Mientras se tramitaba la detención de los dos sospechosos, se obtuvo la orden de ingreso y registro en uno de los inmuebles que habitaban, donde se incautaron diferentes pertenencias, entre ellas un teléfono celular. Dentro del móvil la policía encontró anotadas unas coordenadas de Google Maps, las que correspondían a un sector con pastizales en el cerro Cordillera. Los policías fueron a inspeccionar este lugar, donde en medio de los matorrales, se encontró un bolso de color negro con un botín dentro: los dos fusiles de la Armada robados, con todas sus municiones reales, excepto las de fogueo o salva.
Prisión preventiva
Rodolfo Moreno Osses, magistrado del Juzgado de Garantía de Viña del Mar, acogió la solicitud del Ministerio Público y dejó a los imputados con la medida cautelar de prisión preventiva.
El juez explicó su determinación: “Los imputados están formalizados por diversos delitos: robo calificado, que tiene una pena de 10 años y un día a 20 años, un robo con violencia que tiene una pena designada de 5 años y un día a 20 años que, por aplicación del Código de Justicia Militar, debería aumentarse uno, dos o tres grados, diversos delitos de la Ley Nº 17.798 sobre control de armas, el delito de asociación ilícita del artículo 292 del Código Penal, que tiene pena entre cinco años y un día a 20 años (…)”.
“Tenemos un conjunto de delitos gravísimos, con penas altísimas, en todo caso, de hacer una proyección de la penalidad, es claramente que en caso de que sean condenados luego de la investigación, muy difícilmente podrían obtener alguna pena de la Ley Nº 18.216 (de penas sustitutivas a la privación de libertad)”, agregó.
Se fijó un plazo de investigación de 120 días, en el que se realizarán nuevas diligencias, entre las que se cuentan la búsqueda de los otros co-autores del robo.