Eutanasia: ¿un debate pendiente?

Publicado el at 4:07 pm
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Por: Mariana Arancibia Heger
Jefa de carrera Obstetricia
Escuela de Ciencias de la Salud
Universidad Viña del Mar

OPINIÓN.- El concepto eutanasia se construye del prefijo eu, que significa “bueno” y tanasía, que emerge del término tanathos, que se refiere a “muerte”. Este término fue acuñado por Francis Bacon en el Siglo XVII, a propósito de las personas que padecían enfermedades incurables y se comprendía que morirían. Como fuere, el termino se emplea en relación con la muerte de la persona por medios directos o indirectos, no necesariamente naturales o bien procesos que aceleren la muerte del individuo que por diversas circunstancias vive el proceso de acercarse a la muerte y/o carecer de una vida de calidad.

El análisis sobre la vida y la muerte conduce ineludiblemente a profundas reflexiones en la conciencia humana y en las comunidades a través de toda nuestra historia, así por ejemplo en la antigüedad la muerte de los ancianos valetudinarios obligaba a los hijos a otorgar una muerte digna a sus padres. Asimismo, las prácticas eutanásicas en la Grecia Antigua eran habituales y se consideraban como opciones válidas para las personas “distintas”; enfermas incurables o minusválidas.

Hoy en día este concepto se operacionaliza en variadas acepciones; eutanasia que atiende al modo en el cual se emplea; distingue la eutanasia activa y pasiva, si nos detenemos en la intención, se refiere a eutanasia directa o indirecta y si consideramos la voluntad de la persona; en eutanasia voluntaria o no voluntaria.

La eutanasia activa, también se denomina eutanasia positiva, se refiere a el desarrollo de acciones para favorecer o provocar la muerte de la persona, en tanto la eutanasia pasiva, también denominada negativa, al sujeto se le mantiene con medidas paliativos, sin administrar tratamientos que induzcan directamente a la muerte.

En consideración a la intención, la eutanasia directa es la realización de actos que deliberadamente generaran la muerte de la persona, en tanto la eutanasia indirecta se comprende como la abreviación de la vida, como resulta de efectos secundarios a acciones que indirectamente podrían generar la muerte, ejemplo de esto son las medidas paliativas al dolor en enfermos terminales donde el uso de analgésicos podría acelerar la muerte del paciente.

En la concepción de eutanasia voluntaria, se tiene en cuenta el consentimiento de la persona, la cual manifiesta su deseo de poner termino a su vida, en tanto en la Involuntaria no se cuenta con dicho consentimiento.

En Chile, no existen directrices al respecto, diversas mociones a través de los últimos 10 años han emergido, sin embargo, la concepción judeo/cristiana gravita en las posibles acciones a nivel legislativo y/o sanitario, que contribuyan a promulgar una ley que le permita a la persona decidir sobre su vida y su muerte. En este sentido la sacralidad de la vida es lo que hasta hoy impera, siendo un tema pendiente.

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