Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Como el panorama se observa un poco confuso, nos parece necesario entregar algunas pistas para poder explicarlo.
Escenario 1. ¿Quiénes se sientan a conversar del nuevo texto constitucional?
El aplastante triunfo del Rechazo demostró ser una votación sensata, prudente, con sentido común, lejos de los extremos. Ganó en todas las comunas de Chile, en las pobres y en las ricas, en las indígenas y en las pequeñas, en las zonas de sacrificio y en las sin agua, en las aplastadas por los migrantes y por la violencia, en todo Chile. Quedan fuera de las conversaciones -por ahora- los que votaron Rechazo en el Plebiscito de Entrada y que quieren seguir con la Constitución del 80 tal cual, a pesar del 78% que votó por cambiar dicha Constitución. Se trata de la extrema derecha que ahora votó Rechazo para que se mantuviera la antigua Constitución, porque no quieren cambios de ningún tipo.
También quedan fuera los de extrema izquierda, que sin tapujos aseguraron que si ganaba el Apruebo no harían ningún cambio. Y lógicamente queda fuera el Presidente y su gobierno, que se la jugaron (erróneamente) por el Apruebo y que ahora están mordiendo la derrota.
Los que se sientan a conversar son los que plantearon “Apruebo con reformas” y los que votaron “Rechazo para una nueva Constitución”. Esos sectores que van desde el Frente Amplio hasta la UDI, pasando por sectores del PS, PPD, DC, PR, RN, Evópoli, Liberales y Revolución Democrática. Se trata claramente de los dos sectores que querían una nueva Constitución moderada y con acentos sociales.
Tampoco se sientan a conversar los grupos de independientes que participaron en representación de algunos ex constituyentes.
Escenario 2. ¿Nuevas elecciones?
Lo más razonable es que como lo ha dicho el Servel, podamos tener una elección en abril de 2023 para elegir a los nuevos convencionales, que serán menos y que tendrán que cumplir con algunos requisitos. No puede ser sin elección porque de otro modo perderían legitimidad. También como lo ha dicho Servel, el Plebiscito de Salida podría ser en diciembre de 2023, dejando un plazo de cerca de siete meses para deliberaciones sobre el nuevo texto, lo que es posible si desde ya comienza a trabajar una comisión de expertos que asesore a los que serán elegidos. Los expertos -sobre lo que ya hay consenso debido al bajo nivel de muchos ex constituyentes- podrían ser nombrados desde antes por el Congreso Nacional, en representación de todos los actores políticos del país. Con esos plazos no se enfría el proceso.
Escenario 3. Nueva Constitución del 2023
Será una Constitución más breve, que supere los excesos de la última propuesta, que incorpore mejoras de las constituciones de 1925, 1980-2005, donde trabajen los que tengan voluntad democrática por hacer un texto que interprete a las mayorías, sin ánimos refundacionales sino respetando nuestra historia. Escuchando a las “iniciativas populares” que juntaron miles de firmas para finalmente no ser consideradas. Que el Estado de Chile siga siendo unitario y su gobierno republicano y democrático representativo. Que participen expertos solo para asesorar y no para votar. Que sea el marco legal de Chile y no pretenda ser el programa de un gobierno o de un partido. La casa de todos, para usar la frasecita repetida. Cerca de 50 convencionales es suficiente.
Escenario 4.- ¿Cómo sigue el país?
Los constituyentes y los expertos trabajan para la nueva Constitución.
El gobierno y todo su equipo trabajan para reflotar el Estado de Derecho y terminar con la violencia, además de dictar las normas para mejorar la economía.
El Congreso Nacional tendrá que hacerse cargo (de una vez por todas) de la llamada “agenda social”, que no es otra cosa que dictar las leyes que necesitamos para cumplir con las promesas que se han hecho sobre pensiones, salud, educación y vivienda.
Estos escenarios son una mirada ordenada de lo que nos podría ocurrir en los próximos meses.
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