Especial “Empresas Sustentables”

Publicado el at 29/06/2018
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Hace un par de décadas, las grandes empresas que desarrollaban lo que en un principio era simple filantropía, tuvieron como premisa una mala frase: “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha”. En la práctica, mucho antes de que se pusieran de moda los conceptos de “gestión de comunidades”, “desarrollo sostenible” o “valor compartido”, las compañías que se atrevían a desarrollar una política de vínculo con las comunidades tenían un miedo enorme a contar lo que hacían, tanto respecto de la operación misma de sus industrias, como sus aportes sociales al entorno. Detrás estaba la sombra de las acusaciones justas o injustas de “compra de conciencia” y -en bastantes casos- la preocupación de que, si se abría mucho la puerta, cruzarían por ella más peticiones que aquellas que eran capaces de atender.

 

Recolección de ecoladrillos para campaña Plaza Tricentenario de Quillota / Complejo Nehuenco de Colbún.

Pero -a buena hora- la forma de hacer industria cambió y demandó otro tipo de relación con los públicos de interés. Ya no sólo se hizo oportuno colaborar voluntariamente con proyectos de desarrollo en los territorios impactados, sino que se transformó en un imperativo productivo, pues las políticas de “puertas abiertas” y de “buen vecino” pasaron a ser un factor relevante a la hora de conseguir la licencia social de un proyecto o generar una relación transparente, de confianzas cruzadas y sostenible en el tiempo entre empresa y comunidad.

Ahora, desde las grandes compañías hasta los pequeños emprendimientos, han internalizado como parte de su quehacer cotidiano las acciones de relación con el entorno, porque hay conciencia de que hacer empresa necesariamente debe involucrar una relación de respeto y confianza entre todos quienes integran una comunidad.

Hace unos días, el director de Asuntos Públicos Zona Norte de Colbún comentó en las páginas de El Observador: “Una empresa que se encierra sólo a producir, en este mundo ya no cabe (…) Ya no solamente hay un pilar económico, sino también un pilar medioambiental, de disminuir las emisiones, ruidos etcétera; además de un pilar social, donde ya no se es una empresa aislada, sino que busca también el desarrollo de sus vecinos”.

 

Ahora, desde las grandes compañías hasta los pequeños emprendimientos, han internalizado como parte de su quehacer cotidiano las acciones de relación con el entorno, porque hay conciencia de que hacer empresa necesariamente debe involucrar una relación de respeto y confianza entre todos quienes integran una comunidad.

 

Este especial, denominado “Empresas Sustentables”, tiene su origen en el conocimiento que tenemos de lo que cada una de las empresas de servicio, industrias, entidades públicas, municipios y organizaciones, están haciendo en cada uno de los territorios de la Región de Valparaíso para que el crecimiento productivo vaya de la mano con la protección ambiental y el desarrollo social.

Cada una de las empresas participantes dan cuenta de manera transparente, lúcida y con lenguaje sencillo, los detalles de sus resultados operacionales, el cumplimiento de sus compromisos ambientales y la forma con han reforzado su relación con las comunidades.

Es el primer documento de su tipo en la zona, que permite al lector manejar información concreta y real, para opinar informadamente sobre la forma cómo tratamos, entre todos, desarrollar una región sostenible y sustentable.

Haciendo clic en la portada, podrá revisar la edición completa de este importante documento:

Suplemento Completo Empresas Sustentables, viernes 29 de junio de 2018

 

EO CENTRO 290618_EMPRESAS SUTENTABLES

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