Una vez más las redes sociales pueden decir lo que se les antoja sin tener ningún fundamento, entregar datos estadísticos que parecen reales y mostrar imágenes parcialmente. Muchas veces estas mentiras quedan circulando en la web y de tanto repetirse, pareciera que se transforman en verdades.
El fenómeno de la acumulación de mentiras en sitios irresponsables, es decir, que no tienen obligación legal de responder ante nadie respecto de si es verdadero o falso lo que afirman, se ha tomado las pantallas de los celulares y los computadores.
Veamos un ejemplo concreto.
Para nadie es un misterio que cada día llegan y llegan haitianos, lo cual puede ser discutible, en el sentido que ingresan sin control de ningún tipo, a diferencia de lo pasa con los cubanos y dominicanos, que necesitan tramitar en su país de origen un permiso para entrar.
Esta verdad -reforzada porque vemos tantos haitianos en las calles- se ha usado para transformar la inmigración en invasión, lo cual dista de la verdad.
El famoso video viralizado en las redes sociales, que muestra un avión que llega a Chile a las cuatro de la mañana, transportando solo gente de Haití, que baja del avión llevando un misterioso sobre amarillo en las manos, ha permitido que se diga que este año han ingresado a Chile 700 mil haitianos.
La verdad es otra.
Según fuentes del Ministerio del Interior y la PDI, durante el año 2017 ingresaron a Chile 104 mil 782 haitianos y se devolvieron solamente 4 mil 669. Es decir, ingresaron cien mil, que de todos modos, es un tremendo número, que refleja el verdadero tamaño de la migración.
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Respecto del sobre amarillo, agentes de la PDI explican que se trata del lugar donde vienen sus pasaportes, algo de dinero y algún papel con direcciones para trabajar en Chile, entregado -al igual que el tipo de sobre- por las agencias de Haití.
Antes de hacer algunos otros análisis, hay que decir que los haitianos se notan más, porque la realidad es que la mayor cantidad de inmigrantes provienen de Venezuela, aunque su número total baja debido a la gran cantidad que usa a Chile para seguir hacia Argentina u otros destinos.
En el 2017 ingresaron 164 mil 686 venezolanos, pero 56 mil 183 se fueron del país, lo que disminuye considerablemente su presencia en Chile.
Comparativamente, se podría decir, apoyándose en las mismas fuentes ya mencionadas, que entre los años 2014 y 2017, se quedaron en Chile 171 mil 444 haitianos y 167 mil 726 venezolanos. En total, casi 350 mil nuevos “vecinos”, que buscan trabajo, tratan de subsistir, se benefician de los sistemas de salud y buscan apoyo en todas las entidades gubernamentales de Chile.
Los venezolanos y colombianos tienen un tipo de aspecto más parecido al homogéneo prototipo del chileno, con lo cual pasan más inadvertidos que los haitianos, que por su color y aspecto, se diferencian totalmente del resto.
Se sabe que el nuevo gobierno está estudiando alguna forma de revisión o control antes que se embarquen para Chile, así como también se sabe que se quieren hacer correcciones a la ley de migración.
En todo caso, el tema de fondo es que los inmigrantes puedan encontrar un trabajo y una vivienda digna, para evitar que ellos contribuyan a aumentar la pobreza en Chile.
No basta con que puedan entrar libremente, se hace necesaria una política de integración que les facilite su inserción laboral y un mínimo de exigencias para su ingreso.