En muchas conversaciones escucho que las personas expresan su preocupación por los cambios de clima que estamos viviendo. Lo cierto que es hay muchos mitos y también muchas verdades en lo que nos está ocurriendo con el clima.
Frases como “estaba lloviendo como antes, torrencialmente”, o bien, “después de este temblor vendrá un cambio de clima”, o “ahora llueve menos que antes”, “llovió en pleno verano”, se repiten cuando se habla del tema.
Recordando mis estudios de geografía en la universidad y recogiendo declaraciones de algunos especialistas, es posible dar algunas explicaciones.
Digamos para partir y sólo como información, que este tema preocupa profundamente a los gobiernos y universidades del mundo. Existe pavor al pensar que el nivel del mar pueda subir debido a los deshielos, inundando ciudades y campos. Las perforaciones que le hemos hecho a la capa de ozono son un peligro, como lo pueden constatar los habitantes de Punta Arenas. El consumo de árboles es mucho mayor que las plantaciones que se hacen para reponerlos. Crece la tala en el pulmón verde más grande del planeta, que es la selva amazónica. Le sacamos tanta agua a los ríos que los estamos secando. Y así, suma y sigue.
Hay universidades que realizan informes anuales del estado del planeta, para medir el avance del deterioro y generar una mayor conciencia medioambiental.
En nuestro país tenemos muchas oficinas dedicadas al tema climático. Digamos que el Ministerio de Medio Ambiente tiene un Departamento de Cambio Climático y la Universidad Católica de Santiago tiene un Centro de Cambio Global. Y hay muchos otros departamentos o escuelas de geografía que trabajan sobre el tema.
Plantean que la temperatura podrá subir entre 2 y 4 grados promedio, y que las precipitaciones podrían disminuir en un 40% promedio. O sea, se repetirán los cuadros de sequía y podríamos tener escasez de agua potable”
Las verdades son varias. El planeta vive desde hace 10 mil o 14 años un período de interglaciación. Esto significa el derretimiento de los hielos en los dos casquetes polares. El tiempo del clima no tiene nada que ver con el pequeño tiempo del hombre. Han existido glaciaciones e interglaciaciones a lo largo de millones de años.
Entre las cosas que se pueden asegurar como cambio climático que viene en las próximas décadas es que en nuestra zona tendremos aumento de las temperaturas y disminución en las precipitaciones. Los especialistas se atreven hasta con algunas cifras al respecto. Plantean que la temperatura podrá subir entre 2 y 4 grados promedio, y que las precipitaciones podrían disminuir en un 40% promedio. O sea, se repetirán los cuadros de sequía y podríamos tener escasez de agua potable.
La sobreexplotación de los ríos y la disminución de las áreas verdes han llevado al calentamiento en muchos lugares de la tierra, que hoy en día ya están sufriendo las consecuencias de las nuevas temperaturas y los desórdenes ambientales del sector. En Chile nos ayuda mucho el gran océano que tenemos al frente de todo el país, para templar las condiciones climáticas.
Es un mito la asociación entre temblor y cambio de clima, porque estadísticamente no existe esa relación. Por lo tanto, tampoco es verdad que un cambio de clima nos llevará a un terremoto.
Que el clima sea cambiante en los meses que estamos cambiando de estación es lo más normal. Por ejemplo, pasar del verano al invierno o del invierno al verano, producirá días de más o menos calor, como es lógico. Tener una temperatura alta en mayo es tan posible como tenerla en octubre. Son momentos de transición climática y no anormalidades climáticas.
No nos dejemos llevar por percepciones que no tienen respaldo científico y “a los problemas de tiempo pongámosle buena cara”.