Carolina Gainza, subsecretaria ministerio Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación se juntó con El Observador a fin de hablar sobre los proyectos para hacer crecer estas áreas, motivar a la población infanto- juvenil, y aumentar el número de investigadores en Chile desde las ciencias tradicionales, artísticas, sociales y de las humanidades
Socióloga de profesión, con un Magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile, también con doctorado en Lenguajes y Literaturas Hispanas de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU), Carolina Gainza Cortés es la subsecretaria de Ciencias en el Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Con una vasta experiencia en la investigación de las Ciencias Sociales y una acérrima defensora de estas, Gainza nos cuenta en este encuentro la importancia de fomentar todo tipo de ciencia desde la educación infanto-juvenil.
Desde una perspectiva transformadora, también aclara ciertos estereotipos que limita al mundo de las ciencias a la imagen de un laboratorio, predominado por hombres y las llamadas “ciencias duras”. Aun cuando disciplinas provenientes de las humanidades o artes, también pertenecen a este mundo; así como también mujeres que necesitan ser visibilizadas junto a sus investigaciones.
Desde el colegio cuando hablamos de ciencias le damos un tinte de complejidad. Nos enseñaron que áreas como el deporte eran las entretenidas, pero las ciencias en general costaban entenderlas como algo que pudiese ser atractivo.
-¿Cómo se podría ir cambiando ese concepto considerando la necesidad que tiene la sociedad de tener personas dedicadas a la ciencia?
Efectivamente. Quién no pasó por esa edad en la que encontraba fomes las matemáticas, o encontrar aburridas las ciencias naturales, etc. Yo creo que eso tiene que ver con ciertos prejuicios que se instalan desde la educación, donde no hemos sido capaces desde el sistema educacional de vincular o relacionar los conocimientos que se generan desde las ciencias con las preguntas que se hacen los niños, niñas y adolescentes en su cotidianeidad.
Los niños y niñas son por naturaleza curiosos, desde pequeños se hacen preguntas, y claro como nosotros somos adultos muchas cosas las hemos naturalizado, pero incluso nosotros tenemos preguntas que nos hacemos ya de grandes, tales como: ¿por qué nombramos las cosas de esta forma?, ¿por qué el cielo es azul?. Ese tipo de preguntas que niños se hacen día a día al maravillarse con lo que ven a su alrededor pueden ser abordadas con distintas formas de conocimiento desde edades tempranas.
Desde ahí tenemos que hacer ese vínculo, tener a docentes con motivación y eso pasa también por mejorar sus condiciones de trabajo que es todo un tema. Pero yo creo que podemos romper con eso, desde el ministerio hemos hecho un fuerte trabajo a través de programas como “Explora”, de larga data que venía del antiguo CONICYT, que permite vincular justamente de manera entretenida las problemáticas que niños, niñas y sus comunidades.
“Explora” ha sido fundamental para interesar a niños, niñas y adolescentes y para formar a la educación infanto- juvenil con un pensamiento crítico. Quizás no todos ni todas van a querer convertirse en científicos, pero sí se formarán con una manera de mirar al mundo.
Estereotipos predominantes
-¿Qué es la ciencia hoy día, quiénes son los nuevos científicos que se necesitan en el país más allá de los estereotipos vinculados con caricaturas?
Esa es una de las caras del mundo de la ciencia e investigación que queremos romper y es algo que se ha venido trabajando hace bastantes años, y que nosotros queremos ampliar. Efectivamente hay un estereotipo al respecto; cuando a una persona en la calle le preguntan qué es la ciencia el imaginario sociocultural piensa en un delatan blanco, laboratorio, microscopio junto una figura masculina: el científico en el laboratorio experimentando con bata blanca.
Estamos trabajando y vamos a seguir haciéndolo fuertemente para romper con estos estereotipos. Primero, el de género porque cada vez hay más mujeres y tenemos que visibilizarlas ya que han hecho aportes fundamentales a las distintas áreas del conocimiento.
En segundo lugar, esa idea de que la ciencia solo se hace en laboratorios, porque también se hace ciencia de datos, computación, de humanidades, o ciencias sociales que trabajan en terreo con las personas. Hay un sinfín de prácticas que no se reducen a un laboratorio.
La importancia de las ciencias sociales, artísticas y de humanidades
-La ciencia comprende disciplinas que van más allá de esa imagen de laboratorio que hablamos. Como en el caso suyo, que ha hecho investigaciones del mundo digital que arrojan información para comprender la cultura en que nos movemos y revisar ciertas acciones
Una de las rupturas de estos estereotipos tiene que ver con que existen otras áreas de conocimiento que no se ajustan a esta visión de las mal llamadas “ciencias duras” (naturales, físicas y matemáticas), sino que son de otro abanico también importante sobre todo con los desafíos que tenemos a nivel global y país, que son las ciencias sociales, investigación en humanidades y arte.
Pensemos en la pandemia, en ella qué duda cabe que se necesitaba investigación científica para hacer vacunas, tener más datos de la población desde las camas disponibles y quiénes se estaban vacunando para tomar medidas de política pública. Pero no solo necesitábamos saber cómo se movía la gente en la ciudad para determinar políticas de cuarentena, sino que también necesitábamos entender por qué se movían y eso lo contestan las ciencias sociales.
En el área de la cultura digital, todas las desigualdades que se vieron profundizadas por lo digital, a partir no solamente de que algunas poblaciones no tuvieran acceso a computadores, o a internet, sino que no supieran usarlas por la alfabetización digital.
Entonces la investigación en humanidades, ciencias sociales y arte, para procesar todo lo que significó las muertes durante la pandemia, son fundamentales porque nosotros vivimos en un mundo complejo que no solamente tiene que ver con crecimiento económico, o desarrollo tecnológico. También somos seres sociales y culturales que necesitamos comprender esos procesos para tener una población con un mayor bienestar
La brecha entre Chile y los países desarrollados
¿Existe algún indicador científico de cuantos requiere el país y cuantos tiene?, ¿Hay una brecha muy grande en lo que el país tiene y necesita?
Sí, si nosotros miramos los indicadores de la OCDE respecto a la cantidad de investigadores, los números señalan que en promedio los países desarrollados tienen un 8,7 investigadores por cada 1.000 personas trabajando. Nosotros en Chile tenemos 1,1 investigadores por 1.000 personas trabajando. O sea, la cantidad que tenemos que aumentar para llegar al nivel de países desarrollados es grande.
Eso requiere una gran inversión en ciencias, y el Presidente en su Cuenta Pública se comprometió a que pudiésemos avanzar en este gobierno hacia el 1 por ciento de inversión, lo que implica no solo fortalecer los planes de capital humano, sino que también al mismo tiempo (y quizás más importante) mejorar la condición de inserción de estos investigadores.
Las investigaciones necesitan salir de las aulas
¿Cuáles son los campos laborales en los que se desenvuelve un científico de manera concreta?
Hay muchas áreas que necesita el país mayor desarrollo y talento, doctores e investigadores en distintas áreas como ejemplo en la de computación, en las ciencias sociales, en medicina. Pero yo creo que más allá del área es importante mejorar la política de inserción, porque actualmente los investigadores que se forman con becas del extranjero o nacionales, su destino es la academia, la universidad. Y las universidades no pueden crecer expansivamente para poder abarcar a todos estos investigadores que necesitamos formar.
Tenemos que buscar un equilibrio entre la investigación de base y la aplicada. Nosotros como ministerio tenemos que generar aquellas áreas que son de aplicación y fomentarlas en el país.
Eso significa que tenemos que mejorar esas políticas que están orientadas a insertar más investigadores en la industria, para generar industrias de base científico tecnológicas que aporte en el país, y eso repercute en el desarrollo para tener producción manufacturada o con valor agregado; y eso nos va moviendo de este modelo de desarrollo extractivita.
Otra línea que vamos a abrir en el misterio es la inserción en el Estado, y ahí ya se abre una puerta importante en investigaciones de ciencias sociales, humanidades y arte.
-¿Cómo es la calidad de investigación que se está haciendo hoy en día en Chile?
Hay un problema en que la única forma de valorar el trabajo de investigación en Chile está principalmente concentrada en la publicación académica
¡Es una pregunta muy importante! La investigación que se hace en Chile es de calidad. En la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, que es la principal proveedora para desarrollar la investigación en Chile, se sigue un estándar de calidad que busca la excelencia, y eso ha sido cuidado dentro de las políticas públicas de la investigación.
Ahora, hay un problema en que la única forma de valorar el trabajo de investigación en Chile está principalmente concentrada en la publicación académica y es un tipo de medición.
No es que los investigadores tengan que dejar de publicar, pero también se tienen que valora otras maneras de aportar a la sociedad que no necesariamente está vinculado a la publicación en revistas que solo se leen en el mundo académico
Por eso para nosotros es importante la divulgación de las investigaciones, y así llegar a las comunidades para trabajar en conjunto con las personas atendiendo desafíos territoriales y regionales.
La agencia esta avanzando en ese tipo de investigación más cualitativa y menos conectada en la publicación de información académica. Que se democratice el conocimiento es una de nuestra línea estratégica
-Dentro de ese procedimiento está la creación del Instituto de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales que es parte del compromiso del gobierno en materia científica. ¿De qué trata y qué resultado debería generar en el desarrollo del país?
Este es un tema que me entusiasma mucho, fue uno en el que trabajé con otros compañeros y compañeras durante la campaña del gobierno y que hoy me toca liderar de alguna forma desde la subsecretaría, y también como investigadora que viene de las ciencias sociales y humanidades.
Será un gran aporte. Nosotros tenemos dos líneas de fortalecimiento en esta área, una es Conocimiento 2030 –que así como el Programa ingeniera 2030- está destinado a fortalecer los curriculum de las áreas de ciencias sociales, artes y humanidades en las instituciones de educación superior y orientarla no solo a la producción teórica o trabajar en la academia, sino que también a las políticas públicas.
Así, el instituto está orientado a la política pública, es decir una investigación de tipo más aplicada que pueda colaborar con distintos ministerios en materia de políticas sociales y culturales, derechos humanos.
Ciencia Pública, un fondo nacional
-¿Hay algún fondo al que pueda acceder algún establecimiento educacional, alguna universidad, los medios para educar en ciencias?
En estos momentos está abierto desde el primer de julio el concurso Ciencia Pública.
Tiene 3 líneas:
- Proyectos de divulgación
- Desarrollo de proyectos de investigación con comunidades
- Una línea a la que pueden postular juntas de vecinos, u organizaciones sociales con personalidad jurídica para desarrollar proyectos junto a instituciones
Esto es importante para democratizar el conocimiento y de poner al servicio de las personas la investigación y que se pueda hacer divulgación como podcast, videojuegos, libros, etc.
Como subsecretaria les llamo a postular. Estará abierto hasta el 10 de agosto, les llamo a participar para aprovechar este instrumento.