Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Si todo marcha como se ha planificado, los últimos pacientes de la Unidad de Emergencias del Hospital San Martín, cruzarán las calles de la ciudad de Quillota el viernes 14 de octubre, para ser ubicados en el moderno y gigantesco Hospital Biprovincial.
El antiguo edificio de la década del 50 del siglo pasado, que por más de 70 años acogió los dolores y las enfermedades de millones de personas, que cantó con alegría las mejoras de los pacientes y lloró con oraciones la muerte de otros, quedará a disposición de la municipalidad para el desarrollo de un verdadero plan piloto a nivel nacional.
Hoy en día, más del 30% de los pacientes que llegan a los servicios de urgencia de los hospitales son adultos mayores, que buscan resolver un problema que perfectamente podría ser atendido en un consultorio.
Si lo miramos de un modo más crudo, la atención de los adultos mayores está repleta de conflictos: les niegan camas, no los van a buscar en ambulancias, no atienden sus urgencias y mucho menos sus dolores y tratamientos. Siempre están siendo postergados, porque entre los cientos de pacientes de cada día, los van dejando para el final. Y por eso pasan horas en las antesalas, con dolores y la angustia de saber que los rechazan. Y en medio de todo eso, sigue aumentando la población de adultos mayores.
Por eso, cuando el municipio de Quillota le plantea al Servicio de Salud Viña del Mar – Quillota un acuerdo para poder atender a los adultos mayores a través de un Centro Integral, lo que está haciendo es proponer una solución que debiera transformarse en un plan piloto a nivel nacional para enfrentar un problema común a todos los hospitales.
La idea de una especie de Centro Geriátrico fue del ex alcalde Luis Mella, que hoy continúa el alcalde Oscar Calderón. Tiene como fundamento los excelentes resultados de la Casa de Acogida, que ha atendido a miles de ancianos y ancianas, ayudándolos a mejorarse o a morir en paz, dándole remedio al cuerpo y el alma de tantos seres que se sienten abandonados, no solo por la sociedad, sino también por sus propias familias.
¿Cuál es el real estado en que se encuentra la creación de un Centro Integral para adultos mayores en el antiguo hospital?
No va muy bien la cosa. Ha faltado voluntad política para cerrar acuerdos y proyectarlos en el tiempo.
El gobierno de Piñera trató por todos los medios de no aceptar la propuesta municipal y la postergó hasta el 7 de marzo de 2022 cuando, faltando cuatro días para el término del mandato, se firmó el convenio entre la municipalidad y el Servicio de Salud. Un obstáculo también es que se ha mantenido un Director subrogante del servicio, lo que debilita las decisiones.
El convenio de colaboración entre ambas entidades apunta al establecimiento de un comodato futuro, a partir de la evaluación del proyecto que presente el municipio. Propone una duración del comodato de apenas 10 años renovables, siempre contra evaluación del proyecto, aunque el servicio podrá ponerle término unilateralmente previo aviso con tres meses de anticipación, lo cual es un absurdo. Y como si fuera poco, determina que el Servicio dispondrá del uso de una parte del recinto (áreas específicas definidas), posterior al traspaso a la Municipalidad, el que debería materializarse una vez trasladadas todas las unidades del San Martín al Hospital Biprovincial Quillota – Petorca.
Esa fecha llegó. El 14 de octubre el Hospital San Martín debería quedar compartido entre el Servicio de Salud y el municipio de Quillota. El recinto deberá mantener los guardias y todos los cuidados necesarios para que podamos seguir usándolo al servicio de la comunidad de la zona.
Lo único que no puede pasar es que el hospital quede en territorio de nadie y que pueda ser dañado.
Lo lógico es que se firme un nuevo convenio con el nuevo gobierno y que en ese convenio se fije un comodato por 99 años, donde el Estado revise resultados, pueda aportar más fondos y replicar el modelo en todo Chile.
Hay que precisar que el 28 de julio de 2022, el equipo del Departamento de Salud Quillota entregó el proyecto definitivo del Centro Integral del Bienestar para las Personas Mayores y sus Familias al alcalde Óscar Calderón, quien a su vez lo hizo llegar al Servicio de Salud Viña del Mar – Quillota. Además, sostuvo un diálogo vía Internet con el subsecretario de Redes Asistenciales del Ministerio, Fernando Araos, que planteó que Chile tiene 1.764.937 pacientes en listas de espera. Una verdadera catástrofe sanitaria.
Toda la comunidad debe contribuir para volver a darle vida a nuestro antiguo y leal hospital. Necesitamos una mejor atención para los adultos mayores y un mayor compromiso del gobierno en esta materia.
El hospital es parte de nuestra historia. Se inicia con el Asilo Universal que creó la Beatita Benavides a comienzos del siglo XIX. A su muerte, en 1849, la ciudad se quedó sin ningún espacio para atender enfermos. Se organizan los vecinos, ayudan a un sacerdote que instaló una enfermería en una casa, y finalmente, en 1857, se colocó la primera piedra y en marzo de 1860 fue inaugurado el Hospital de Quillota. Desde esa fecha se han construido tres edificios más: uno que en parte cayó en el terremoto de 1906, el que se levantó en los años 50 del siglo pasado, (que partió con cien camas y diez médicos) y el actual, el glorioso edificio del 2022.
No hay que confundirse: el hospital nos pertenece a todos, desde hace más de doscientos años.