Inventaron fuga de electricidad para ingresar al domicilio y llevarse el dinero con el que ellas pagarían sus cuentas
QUILLOTA.– Desde hace algún tiempo se ha conocido en la comuna que delincuentes inescrupulosos engañan a adultos mayores haciéndose pasar por trabajadores de diversas empresas o instituciones, logrando ingresar a sus viviendas para finalmente robarles dinero o alguna especie de valor.
Así ocurrió el pasado martes en la población Beatita Benavides, cuando dos sujetos, bien vestidos y aparentemente de más de 40 años, llegaron hasta el pasaje San Emilio y se presentaron en la casa de dos mujeres mayores, haciéndose pasar por trabajadores de Chilquinta.
Según relataron las mujeres engañadas, uno de los hombres les informó que existía una fuga de electricidad en su hogar, por lo que era necesario ingresar y verificar desde donde provenía, para así solucionar el problema.
Con mucha vergüenza e impotencia las mujeres relataron que a pesar de conocer historias sobre estafadores de este tipo, cayeron de inmediato en el cuento, ante lo bien vestidos y la buena forma de hablar de los dos sujetos, por lo que sin pensarlo los dejaron ingresar en primera instancia hasta el jardín.
En el lugar uno de ellos, con un aparato extraño, se puso a revisar el medidor de la luz mientras el otro dictaba unos números. Luego solicitaron ingresar al hogar para revisar los enchufes, pidiendo a las mujeres que los ayudaran enchufando y desenchufando algunos artículos.
FALTAN DENUNCIAS
Bastante nerviosas, llamaron a una de sus vecinas, ya que en ese momento se dieron cuenta que habían sido víctimas de dos estafadores. Revisaron sus cajones y les faltaba en total cerca de 80 mil pesos, dinero que tenían para pagar algunas cuentas.
Una vecina llegó hasta la casa y de inmediato llamó a carabineros pero éstos no llegaron. Sin embargo, las mujeres avergonzadas y con mucha rabia por haber caído en el cuento de los delincuentes, no quisieron acercarse hasta la comisaria a dejar la denunciar.
Por su parte el teniente Eduardo Serón explicó que generalmente las personas que sufren este tipo de engaños no llevan a cabo las denuncias y esto imposibilita el trabajo que puede desarrollar carabineros para lograr detener a los delincuentes.
En tanto, desde Chilquinta el jefe zonal Quillota José Guerrero, explicó que los trabajadores enviados por la empresa siempre tendrán alguna credencial. “Si algún técnico se identifica como personal de nuestra empresa, primero siempre va a portar alguna credencial y segundo el cliente tiene la opción de llamar al 600 600 5000 y validar que esa personas esta mandatada por Chilquinta. Nosotros tenemos nuestros uniformes para el personal de terreno, pero lo más importante es siempre la credencial, es la identidad de la persona”, manifestó José Guerrero.
ADULTOS MAYORES SON ENGAÑADOS
Desafortunadamente estos delincuentes, que engañan principalmente a los adultos mayores, habrían sido vistos en los últimos días en otras poblaciones de la comuna, como en la Nuevo Horizonte, Leonardo Da Vinci y Villa Paraíso.
Esto se suma a la información que entregó la municipalidad, por medio de sus redes sociales, sobre unos falsos funcionarios que estarían promocionando las alarmas comunitarias e intentando ingresar a viviendas de algunas poblaciones quillotanas.
Cabe destacar que este tipo de engaños ya se han cometido en distintas ocasiones, pues hace solo algunos meses se hablaba de una mujer que llegaba inventando que a otra vecina le explotaba el calefont y solicitaba un préstamo de dinero para arreglar el problema.
Estos hechos ocurrieron en la Villa Paraíso y en la población Santo Domingo, donde algunas personas mayores cayeron, facilitando el dinero a una mujer que supuestamente era enviada a pedir la ayuda para sus vecinas.
Otra de las estafas que ha sido conocida en la comuna es la de personas que se hacen pasar por funcionarios municipales, realizando encuestas o pidiendo información para dar beneficios a adultos mayores.
Por lo mismo, se reitera el llamado a solicitar las credenciales y en el caso de las instituciones o empresas de servicios, llamar a algún número de teléfono para corroborar que lo que realizan es cierto.