El profesor y ex presidente del Consejo Local de Deportes recordó que vio a Chile, Alemania y Brasil en el Estadio Nacional
SAN FELIPE.- En un mes lleno de fútbol por el Mundial de Rusia, sería extraño que no emerjan las historias de todos los mundiales jugados, de goles inolvidables, de la mano de Maradona, del palo de Pinilla y de cientos de historias que vuelven a cobrar vida cada cuatro años.
Para los más jóvenes, aquellos relatos son de mundiales recientes, pero para muchos de nuestros padres y abuelos, esas vivencias dan cuenta de la época en que Chile fue sede del Mundial de 1962, pues tuvieron la oportunidad de vivirlo a través de la radio, lo que pasaba en la calle e incluso, para los más afortunados, en los mismos estadios que fueron sedes mundialistas.
Y en San Felipe, sí que hay historias. Las que cuenta Andrés Figari Muñoz, una verdadera leyenda en el deporte local y quien vivió el Mundial del 62. “Recuerdos hay muchos, han pasado unos cuantos años. Lo primero que me acuerdo es que dentro del país había mucho entusiasmo y en San Felipe también había muchas ganas de ir a los partidos en el Estadio Nacional”, comentó.
Pero aunque no se crea, al igual que ocurre hoy, conseguir una entrada para el Mundial era una verdadera odisea, repasó este comunicador. “Me propuse ir y para eso me inscribí con dos entradas para todos los partidos en el Estadio Nacional, que no recuerdo bien cuánto me costaron en ese tiempo, pero sí que me llevó varios meses para poder pagarlas y fui con hartos familiares al partido”.
Por aquellos años, “don Andrés”, como es llamado por muchos sanfelipeños, trabajaba en la Dirección Provincial de Educación. “Tuve que pedir los permisos correspondientes porque cada dos o tres días eran los partidos. Tuve que inscribirme en la empresa de buses para ir y partíamos como a las 12:30 rumbo a Santiago”.
VER A “LA ROJA”
Fue así como el 30 de mayo de 1962, Andrés Figari se instaló entre 60 mil personas en el coloso ñuñoíno para ver el debut de Chile ante Suiza. “La Roja” era dirigida por Fernando Riera y el entusiasmo por una victoria era posible verlo en todos los rincones del país. En aquel tiempo, la televisión no tenía la irrupción de hoy y los partidos eran seguidos a través de los relatores radiales. De manera que ir al estadio representaba la emoción máxima.
“Aquel partido inicial costó harto ganarlo. El estadio estaba lleno. Ese fue un partido muy cerrado cuando Chile debutó ante Suiza. Pero además del partido, la emoción de estar en el Estadio Nacional por un mundial era algo tremendo, difícil de explicar”.
Emoción que pasó a asombro al partido siguiente ante Italia, que fue calificado por la prensa internacional como “La Batalla de Santiago” por la excesiva violencia con que Chile e Italia disputaron ese duelo.
“El partido más malo o el peor recuerdo fue con Italia, porque se les ocurrió a unos periodistas italianos hacer unas fotos mostrando la pobreza del país. Y eso repercutió mucho. Recuerdo que fui con mi padre (que era migrante italiano de hecho) y esto mismo hizo que todo el público estuviera en contra de Italia”, relató Andrés.
“Cuando comenzó el partido los jugadores italianos dieron algunos regalos pero la gente no los recibía. Comenzaron a insultar, a decir garabatos y todo, y mi padre no podía creer ese casi odio contra los italianos. Recuerdo que mi papá quería venirse, no quería ver el partido, tuve que convencerlo y consolarlo de que las cosas eran así”, agregó.
GOL DE CHILE EN ARICA
Fue así como el abono le permitió a Andrés Figari permanecer en el Nacional, pero no a Chile, que tras sucumbir ante Alemania en el tercer encuentro, debió enfrentar los cuartos de final en Arica ante la Unión Soviética.
Pero fue justamente aquí donde el sanfelipeño recuerda uno de los pasajes más curiosos de aquel Mundial mientras veía junto a su padre la derrota de Alemania ante Yugoslavia.
“En un momento estábamos viendo Alemania y de repente todos comenzamos a gritar gol. Los jugadores se quedaron impávidos dentro de la cancha, y lo que pasa que en Arica Chile había marcado un gol y fue lo que le dio la oportunidad de clasificarse a la siguiente ronda. Estábamos viendo el partido pero todos pendientes de lo que pasaba en el norte”, dijo.
Y claro está, Figari también tuvo la oportunidad de ver la final entre Brasil y Checoslovaquia “Ese partido fue muy bueno, Garrincha, la gran figura de Brasil, y con ese partido se cerraba un mundial que costó mucho hacer sobre todo por el terremoto de Valdivia en el sesenta.